Rodeada de cerros, rica en historia y con una gastronomía que conquista, Salta, conocida como “La Linda”, se transforma por completo en otoño. Los tonos ocres y rojizos tiñen sus cerros y valles, mientras el clima se mantiene templado y agradable para recorrer sus calles, museos y rincones naturales.
Qué visitar en una escapada a Salta
En el corazón de la ciudad se encuentra su casco histórico, rodeado de construcciones antiguas bien conservadas y que marcan el ritmo de una historia viva que se puede recorrer a pie. Entre las paradas infaltables se encuentran la Catedral Basílica, el imponente Cabildo de Salta, la emblemática Iglesia San Francisco y el popular Mercado San Miguel.
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La Quebrada de San Lorenzo es un atractivo natural que combina senderos, vegetación y vistas panorámicas.
A pocos kilómetros del centro de la ciudad se encuentra la Quebrada de San Lorenzo, un atractivo natural que combina senderos, vegetación y vistas panorámicas. Por otro lado, se encuentra el Cerro San Bernardo y su teleférico que permite ver desde lo alto toda la ciudad.
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La ciudad no solo se destaca por sus paisajes y arquitectura: también brilla por su gente, su música y su cocina. Las empanadas salteñas siguen siendo un clásico indiscutido, acompañadas por vinos de altura que posicionan a la región como una de las más importantes del país en materia vitivinícola.
Dónde queda Salta