La cifra surge de consultas a fuentes oficiales y organizaciones que trabajan en la materia. Distintas entidades recalcan que en muchos casos, si hubiera más comida por brindar irían más personas. Testimonios de lo que ocurre en Santa Fe.
Las listas en los comedores y merenderos crecen.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
La situación social atraviesa un momento dramático en Argentina y si bien es algo que está enraizado desde hace años, en los últimos meses creció con fuerza. El reflejo de este grave momento es el aumento de asistentes a los comedores comunitarios y merenderos.
Se trata de una suba de al menos el 30%, según un relevamiento que realizó AIREcon fuentes oficiales y de distintas organizaciones vinculadas a la temática. Destacan que en muchos casos, si hubiera más comida por brindar, irían más personas.
“Tenemos un promedio de entre 25 y 30% de aumento de demanda en comedores comunitarios. El dato surge de la auditoría que realizamos y de acuerdo a lo que nos decían las instituciones del territorio”, le comentó a este medio Sergio Basile, Secretario de Desarrollo Territorial del Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano.
En ese sentido, también indicó que creció la cantidad de altas de Tarjetas Institucionales: “Aumentamos en 180 las tarjetas institucionales, si bien dimos 124 de baja (por los controles realizados)”.
Las distintas organizaciones consultadas afirman que, en base a los datos que pudieron recopilar, la cantidad de santafesinos y santafesinas que asisten a los comedores o merenderos también creció alrededor de un 30%. Sin embargo, plantean una cuestión clave: si habría más comida para repartir, habría más gente que asistiría.
La CCC Santa Fe (Corriente Clasista y Combativa) tiene 36 comedores en Santa Fe y el área metropolitana. AIRE dialogó con su coordinador, Saldaña Sebastián, quien le detalló que “pasamos de 23.200 raciones mensuales en noviembre del año pasado a hoy que se están entregando unas 30.000, lo que significa un aumento del 30%. Mismo crecimiento en la cantidad de comensales”.
La Poderosa es otra de las organizaciones que trabaja en Santa Fe y allí también creció la demanda, según relató su vocera María Claudia Albornoz. Ante la consulta de cuánto fue el aumento de personas que registraron respondió: "No es una cifra que te pueda dar claramente, porque si no tenés mercadería no podés darle a más gente. Las listas en los comedores y merenderos crecen, el tema es de dónde sacamos la mercadería para cocinar, esa es la gran incógnita”.
“Muchas veces la gente que no puede entrar al comedor va al merendero para poder comer una comida, para conseguir una merienda y comer una comida más en el día. Es realmente muy, pero muy angustiante”, agrega Albornoz.
Según la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del primer semestre del 2024, en el Gran Santa Fe el 59,8% (329.123 personas) de la población es pobre (por encima de la media) y 16,4% está bajo la línea de indigencia (90.326).
“Desde hace tiempo que empezó a crecer la cantidad de gente que va a los comedores. Lo nuevo es que empezaron a ir jubilados a los que no les alcanza la jubilación y en algunos lugares son casi la mitad de los asistentes”, le explicó a este medio Rubén Sala, Coordinador del Movimiento Territorial Liberación (MTL).
La misma situación describió Saldaña que afirma que el mayor crecimiento se vio en adultos mayores. “Se acerca a los comedores planteándonos su desesperación, antes le alcanzaba mínimamente para lo alimentario y los medicamentos, y hoy tienen que estar eligiendo muchas veces entre los medicamentos y lo alimentario”, relató.
Por otra parte, indica que se acercan “muchos niños y adolescentes” y “en tercer lugar adultos sin trabajo o con trabajo precarizado”.
“La asistencia nacional se cortó, que era importantísima para los comedores comunitarios. Está totalmente cortado, a pesar de que aumentó la demanda”, precisó Saldaña. En ese sentido, el funcionario Basile explicó que la inversión provincial en la materia se “triplicó” y pasó de 1.000 millones de pesos en diciembre del 2023 a más de 2.800 millones actualmente”. La Municipalidad también realiza aportes a las organizaciones.
Por otra parte, Sala de la CCC pone el foco en otra compleja situación: el cierre de comedores por falta de alimentos. “Había algunos comedores pequeños que empezaron con la pandemia y han dejado de funcionar por la razón de que ya no consiguen qué poner en la olla”, explica y luego agrega: “Funcionaban con la solidaridad de los repartidores, de los comerciantes, de algún vecino que tenía un trabajo y podía donar carne o fideos para cocinar y hoy ya no pueden porque no alcanza”.
“Había comercios grandes o medianos que donaban desde verduras a alimentos secos o frescos, incluso los mismos comerciantes de los barrios ayudaban de alguna forma con cosas. En este momento eso no está sucediendo más”, complementa Saldaña.
Según le dijo a este medio, tienen que hacer beneficios para poder pagar los servicios y alimentos que son necesarios, porque el dinero brindado por el Estado no alcanza para cubrir la demanda.
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