"Creo que se tiene que bajar la edad de imputabilidad", afirmó sin rodeos el magistrado. Y fundamentó su posición señalando que "una persona desde los 16 años ya puede decidir sobre su identidad de género, puede votar y tomar otras decisiones. Entonces, es un planteo que debe hacerse, porque la madurez de una persona de 16 o 15 años hoy no es la misma que la de hace un siglo".
Alurralde también advirtió sobre un fenómeno que se observa en el circuito delictivo y que perjudica a los menores: "Si no se modifica la edad de imputabilidad, se los hace más vulnerables, porque los delincuentes los buscan, los captan y los utilizan para cometer delitos, con la certeza de que ‘total, como sos menor, no te van a hacer nada’".
El estremecedor caso de Kim Gómez, la niña que murió tras ser arrastrada 15 cuadras y cuyos gritos escucharon todos
El crimen de la nena de 7 años de Kim Gómez, en La Plata, en manos de dos adolescentes, volvió a poner el debate sobre la punibilidad de los menores en la agenda pública.
El magistrado relató que esta situación ha sido comprobada en investigaciones judiciales: "Hemos visto casos donde los menores eran detenidos mientras trabajaban para narcotraficantes. Los hacen asumir toda la culpa porque saben que van a quedar en libertad rápidamente".
Sus declaraciones refuerzan la discusión en torno a la necesidad de reformar el régimen penal juvenil en Argentina. Mientras algunos sectores consideran que la solución no pasa por bajar la edad, sino por mejorar la contención social de los menores en riesgo, otros sostienen que es necesario adecuar la legislación a la realidad actual y evitar que los menores sean utilizados por organizaciones criminales.
El juez concluyó su intervención destacando que este es un tema que debe ser debatido en el ámbito legislativo y que su postura es una contribución al diálogo público sobre una problemática compleja y urgente.