Ana Gabriela Techera Gallagher fue reconocida por la Federación de Cámaras Empresarias del Comercio y Otras Actividades de la Provincia de Santa Fe (Fececo) con el Premio Joven Empresario Santafesino 2024 gracias a su trabajo en Maderplast. Ahora, la emprendedora de Esperanza de 35 años, competirá a nivel nacional.
La emprendedora de Esperanza que fue condecorada
El Premio Joven Empresario Santafesino 2024 tiene los objetivos de evaluar y premiar ideas y proyectos de negocios desarrollados por jóvenes entre 18 y 40 años de edad con vocación emprendedora, y potenciar y favorecer las relaciones entre proyectos, instituciones y organismos, tanto municipales como regionales y nacionales.
LEER MÁS ► De Argentina al mundo: la pyme familiar de biocosmética que exporta a Taiwan, Estonia, Rusia y Dubai
En ese contexto, AIRE dialogó, en exclusiva, con Ana Gabriela Techera Gallagher, para conocer más sobre su espíritu emprendedor y el trabajo que hay detrás del reconocimiento.
Ana Gabriela Techera Gallagher es dueña de dos empresas. La primera es una empresa metalúrgica donde está asociada con su esposo, Daniel Armando Velázquez, y la segunda se dedica a fabricar “madera plástica”, y es por su trabajo en Maderplast que Techera Gallagher fue reconocida.
Soluciones JFV es una empresa metalúrgica joven, creada hace seis años con el objetivo de brindar soluciones innovadoras en el ámbito de la metalurgia. Este emprendimiento no solo continúa con la tradición familiar, sino que también marca un nuevo rumbo con la incorporación de nuevas tecnologías y técnicas. “Antes fuimos (mi esposo y yo) hijos de metalúrgicos y un día terminamos de estudiar y decidimos emprender nuestra propia empresa. JFV son las iniciales de nuestro hijo, Juan Francisco Velázquez”, explica Ana Gabriela a AIRE.
“De nuestra empresa salen sueldos que sostienen familias y para nosotros es un orgullo todo esto: el reconocimiento, el premio joven, el llegar a la instancia donde llegamos, que la gente reconozca a donde llegamos”, continúa claramente emocionada.
La empresa galardonada, dedicada a la producción de madera plástica a partir de plástico reciclado, es un ejemplo de responsabilidad ambiental y compromiso con la sostenibilidad. “Hacemos varillas, postes y tablas con plástico reciclado”, explica Ana Gabriela. “Nos venden las tapitas y estamos viendo de hacer un convenio con Campo Limpio para poder comprar lo que ellos tienen”, agrega.
Sin embargo, parte del trabajo de Ana Gabriela es continuar innovando: “Pudimos desarrollar a partir de varios ensayos nuestras varillas “ignífugas”, mejor dicho, con un retardante de llamas que supera los 30 minutos”, explica con emoción. Este tipo de productos es ideal para zonas de sequías, ya que pueden ser grandes aliados a la hora de reducir los daños de posibles incendios.
LEER MÁS ► Resignificó una enfermedad y se convirtió en un exitoso emprendedor vegano
“Damos trabajo genuino y con mi esposo nos conocemos desde los once años”, dice Ana Gabriela sobre sus empresas. “Es posible soñar, nadie nos regaló nada. Ser empresario cuesta, y mucho, pero nuestra historia puede ser una luz esperanza para alguien que la necesite”, finaliza con convicción.
Conocé más a Ana Gabriela y a su empresa Mardeplast
Te puede interesar
