Claudio Chiuchquievich, hijo de Antonio, contó en diálogo con AIRE cómo comenzó esta historia. "En 2014 le descubren a mi papá un cáncer de colon. La noche previa a la cirugía, sueña con Francisco. En el sueño, Francisco le dice: ‘Antonio, quédate tranquilo que va a salir todo bien’".
Contra todos los pronósticos médicos, Antonio superó la operación de manera milagrosa y, cuarenta días después, ya estaba de vuelta trabajando en su fábrica de calzado ortopédico.
Durante los años de recuperación, Antonio quiso agradecer aquel sueño que sentía como un milagro. "Papá intenta comunicarse con él. Pregunta cómo hacer para enviarle una carta. El diácono de la iglesia nos dijo que la enviáramos por correo, pero sentíamos que era como tirar una botella al mar", relató Claudio.
El 31 de marzo de 2019, Antonio terminó de escribir su carta. “Papá en su carta le cuenta su historia de vida y le cuenta este sueño y le dice que, bueno, todo lo que tenía era su oficio y que en señal de gratitud quería hacerle un par de zapatos a Francisco. Le envía un papelito para que sepa cómo tomarse las medidas, ya que eso siempre lo hacía él", recordó Claudio.
Y agregó: "También le pide por favor si estaba dentro de sus posibilidades que le dé algún calzado viejo para que él pueda tener una mejor noción de cómo confeccionarle el trabajo, de cómo hacer el zapato”.
Antonio Chiuchquievich papa Francisco 1.jpg
Gracias a una serie de casualidades, el escrito llegó a manos del padre Ruiz, un sacerdote santafesino destinado en el Vaticano, quien se la entregó personalmente a Francisco. Y el sueño se completó poco tiempo después. Solo dos semanas después, el 14 de abril de 2019, Antonio recibió una respuesta escrita de puño y letra por el propio Papa.
"Me da gusto que a su edad siga entusiasmado en su trabajo y su deseo de hacer el bien. Con gusto le haré llegar las medidas que me pide cuando encuentre a alguien que viaje para allá. Le deseo una santa y feliz Pascua, que Jesús lo bendiga y la Virgen Santa lo cuide. Y por favor, no se olvide de rezar por mí. Fraternalmente, Francisco", dice parte de la carta que emocionó a toda la familia Chiuchquievich y que es guardada como un tesoro.
Antonio Chiuchquievich papa Francisco 3.jpg
En octubre de 2019, el padre Ruiz regresó de Roma trayendo un calzado usado de Francisco y las medidas de sus pies. Antonio, con devoción y precisión, confeccionó un par de zapatos nuevos y restauró el viejo. "Papá se tomó una semana para hacerle el zapato nuevo y dejarle cero kilómetro el zapato viejo que le había enviado", recordó Claudio.
Aunque nunca pudieron confirmar si Francisco usó esos zapatos, sabían que el Papa los recibió. Y eso era suficiente.
Antonio, fiel a su estilo de vida humilde, decidió mantener esta historia en secreto para siempre. "Me dijo: ‘Esto es un pacto entre Francisco y conmigo. No va a faltar el que diga que me quiero hacer el importante’", relató su hijo.
Sin embargo, con el fallecimiento de Francisco, su familia decidió hacer pública esta historia como homenaje a ambos hombres: el Papa de los humildes y el zapatero santafesino que le agradeció un milagro del corazón.