Jubilados y jubiladas se manifestaron este miércoles por la mañana en Santa Fe en una nueva "marcha de los banquitos" para denunciar la pérdida de poder adquisitivo y el impacto del ajuste en sus vidas. Sentados frente a la Casa Gris en pequeñas sillas plegables, símbolo de la protesta, expresaron su malestar ante la falta de respuestas del Gobierno Nacional.
"No podemos seguir resistiendo", expresó una de las manifestantes, quien relató las dificultades que enfrenta para cubrir gastos básicos. "Tengo que pensar muy bien antes de comprar un poco de carne. La ropa que uso es la misma de hace años. No puedo darme ni un solo gusto", agregó.
La falta de acceso a medicamentos gratuitos fue otro de los reclamos centrales. "Antes los tenía gratis, ahora voy a la farmacia y tengo que pagar con un salario totalmente deteriorado", sostuvo otro de los participantes de la marcha.
Entre los testimonios, se repitió la misma sensación: "Necesitamos tener una vida digna. Salir aunque sea una vez al mes con amigos, tomar un café, ir al cine con un nieto. Pero no se puede. Todo está cada vez más caro", lamentó una jubilada.
La crisis económica y las políticas de ajuste golpean con especial dureza a los jubilados, quienes denuncian que sus ingresos no alcanzan ni para lo esencial. "Con 200 mil pesos es imposible. O comés o comprás medicamentos", sentenció una de las participantes de la marcha.
La marcha en Buenos Aires
A las 17, jubilados y pensionados volverán a protestar frente al Congreso para exigir una recomposición urgente de sus haberes, como lo hacen cada miércoles. Sin embargo, al igual que la semana pasada, no estarán solos. Organizaciones sociales, sindicales y piqueteras, entre ellas el Polo Obrero y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), marcharán nuevamente por el centro porteño en rechazo al protocolo antipiquetes.
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Ante esta convocatoria, el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, desplegará un fuerte operativo de fuerzas federales. La última movilización terminó con serios incidentes: 114 detenidos –liberados horas después por la Justicia– y casi 30 heridos, entre ellos el fotógrafo Pablo Grillo, quien permanece en estado crítico tras recibir el impacto de una granada lacrimógena lanzada por un efectivo de Gendarmería Nacional.
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