El momento crítico
Laura se encontraba en su domicilio, en la calle Hugo Wats, cuando escuchó fuertes golpes en la puerta. Al salir, se encontró con gritos y corridas. La abuela de la bebé, de tan solo 1 año y 4 meses, la llevaba en brazos, desvanecida. Según relató Laura a AIRE, había caído en una pequeña pileta mientras mordía un flotador, perdiendo el conocimiento.
“Cuando la abuela me entregó a la bebé, estaba totalmente desvanecida. La di vuelta, le realicé maniobras de RCP que recordé de las capacitaciones que tomamos en Casa de Gobierno y, gracias a Dios, reaccionó”, contó Laura con emoción.
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La bebé cayó en una pequeña pileta mientras mordía un flotador, perdiendo el conocimiento.
La bebé cayó en una pequeña pileta mientras mordía un flotador, perdiendo el conocimiento.
La rápida reacción y el traslado
Tras devolverle la respiración a la pequeña, Laura buscó a Daiana, la madre de la bebé, quien se encontraba buscando documentos en el auto. Como el vehículo no funcionaba, Laura decidió trasladarlas en su propio auto al Samco de Santo Tomé, que se encuentra a pocas cuadras de su casa. Allí, la niña recibió atención de urgencia y fue derivada al Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia, donde permaneció inconsciente durante cinco horas.
“Fue un momento de mucha tensión, pero no dudé en actuar. Sabía que el tiempo era clave para salvar su vida”, relató Laura, quien vive justo enfrente de la familia.
Un final feliz
La bebé despertó finalmente en el hospital sin secuelas graves, salvo un pequeño edema. El alivio llegó cuando, cerca de la medianoche, Daiana le escribió a Laura para informarle que la niña estaba fuera de peligro.
“Es muy gratificante saber que hoy la bebé está bien gracias a mi intervención. Siempre recordaré este momento como uno de los más tensos, pero también como uno de los más importantes de mi vida”, expresó Laura emocionada.
Reconocimientos
El accionar de Laura no pasó desapercibido. Recibió las felicitaciones del director de la UEPCG y de la comisario, jefa de División Capacitación y Estudio. Sin embargo, para Laura, el verdadero agradecimiento viene de la familia de la bebé, quienes no dudan en llamarla su “ángel”.
