Fue en junio de este año, un viernes, cuando la adolescente, a punto de vivir uno de los momentos más esperados de su vida, experimentó el devastador episodio. Abril fue trasladada de urgencia al Hospital José María Cullen, tras sufrir diez convulsiones. Su diagnóstico inicial era sombrío: los médicos indicaron "muerte cerebral" y pocos daban esperanza de recuperación.
Sin embargo, la familia de Abril se aferró a su fe y decidió rodearla de energía positiva, apartando cualquier comentario o pronóstico negativo. Mirta, su abuela, habló con AIRE y aseguró que desde el primer momento recurrieron a Dios y a la intercesión de Mama Antula para pedir por la vida de su nieta. "Siempre rezábamos a Mama Antula para que la ayudara a salir de esta situación tan grave", compartió Mirta, visiblemente emocionada.
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Poco a poco, el milagro comenzó a materializarse. Abril empezó a dar señales de recuperación: primero abrió los ojos, luego empezó a hablar y, a medida que avanzaban los días, su familia veía con esperanza cada nuevo avance. "Al principio temíamos que quedara en una silla de ruedas; después, solo queríamos que saliera adelante, sin importar las secuelas", explicó Mirta.
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Mirta y su nieta Abril participaron de la ceremonia de entronización del cuadro en el Cullen.
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Tras cinco largos meses de recuperación, Abril logró salir del estado crítico en el que se encontraba. Su abuela expresa una inmensa gratitud no solo hacia Mama Antula, a quien la familia considera clave en la recuperación de la joven, sino también hacia el personal del Hospital Cullen. "No tenemos palabras para agradecerles. Mama Antula para nosotros es todo, y el personal del Cullen se portó de maravillas", añadió Mirta, conmovida.
Cómo fue la recuperación de la joven
Los primeros treinta días fueron especialmente difíciles para la familia, en medio de diagnósticos inciertos y sufrimiento constante. En ese período de angustia, una monja se acercó a ellos y les instó a no perder la fe, a pesar de la gravedad de la situación. "Ella va a salir", era la frase que se repetían los familiares, aferrándose a la esperanza.
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Este viernes se entronizó un cuadro de Mama Antula en la terapia del hospital Cullen.
Como gesto de gratitud y devoción, este viernes se entronizó un cuadro de Mama Antula en los pasillos del área de terapia intensiva del hospital, un símbolo de fe y agradecimiento a la santa argentina que la familia considera su protectora. El año próximo, Abril celebrará sus 15 y 16 años, con una nueva oportunidad de vida y una historia de fe que su familia nunca olvidará.