Este éxodo, que incluye tanto a profesionales generalistas como a especialistas, se debe en gran medida a la ausencia de incentivos y políticas públicas a largo plazo que fortalezcan las condiciones laborales tanto en Argentina como en Santa Fe.
Los motivos detrás de esta partida son obvios: salarios bajos, precarización laboral y la falta de oportunidades de crecimiento profesional dentro del sistema de salud pública y privada. Esta situación se agrava por las ofertas tentadoras de empresas extranjeras que, en su búsqueda de médicos altamente capacitados, proponen pagos en dólares que superan ampliamente los ingresos actuales en el país.
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"Se nos fueron 65 médicos de la ciudad de Santa Fe. Eso es lo que más me preocupa. Cada vez hay menos especialistas", lamentó el doctor Julio Bedini, presidente del Colegio de Médicos de Santa Fe.
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Los motivos detrás de la fuga de profesionales son obvios: salarios bajos, precarización laboral y la falta de oportunidades de crecimiento profesional dentro del sistema de salud pública y privada.
La desmotivación también alcanza a quienes aún no migraron. Para muchos médicos, seguir formándose en Argentina pierde atractivo frente a la realidad de un sistema sanitario que paga sueldos que no corresponden al esfuerzo y a los años de capacitación.
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"Lo que se paga en hospitales nacionales es poco, y eso desalienta la formación de nuevos especialistas", añadió Bedini, subrayando cómo esta situación afecta a la continuidad y renovación en el ámbito médico local.
Búsquedas de profesionales y pagos de guardia en dólares
Entre los destinos más buscados por los profesionales, Chile aparece como una de las opciones preferidas. Empresas trasandinas abren las convocatorias para ginecólogos, traumatólogos, gastroenterólogos y cardiólogos argentinos, y los salarios ofrecidos llegan a triplicar los de sus pares en Argentina.
En algunos casos, una clínica privada chilena puede abonar hasta mil dólares por una guardia médica, una cifra que representa un atractivo innegable frente a los ingresos percibidos en el país.
El impacto de esta "fuga" no solo golpea al sector médico sino también a toda la estructura de atención sanitaria. Según Bedini, la frustración entre los médicos que se reciben y logran completar su residencia es cada vez más evidente. Sin un sistema que les permita desarrollarse y alcanzar estabilidad económica, los profesionales de la salud optan por partir en busca de mejores oportunidades.
Desde el Colegio recalcan la necesidad de contar con políticas públicas que ofrezcan estabilidad, crecimiento y salarios justos. La migración de médicos representa un retroceso para el sistema de salud, que se enfrenta a un escenario cada vez más complejo por la falta de recurso humano capacitado.