En el marco del día de la Salud Mental, la psicóloga Yamile Labath y la psicopedagoga Amira Greco advierten sobre las consecuencias que puede generar el empleo indiscriminado de internet y de los dispositivos.
PANTALLAS (2).png
En el marco del día de la Salud Mental, dos especialistas advierten sobre las consecuencias que puede generar el empleo indiscriminado de internet y de los dispositivos.
"Están empezando a aparecer casos donde los padres se muestran preocupados por el uso de las pantallas”, advierte Labath. En muchas ocasiones, los chicos se refugian en sus piezas y se sumergen en el mundo digital para escapar de los problemas y de las tensiones familiares.
"El empleo de las redes sociales no solo es un riesgo en sí mismo, sino que también es un indicador de la salud mental. Hay jóvenes, por ejemplo, que experimentan problemáticas de ansiedad o desafíos a la hora de establecer lazos sociales", agrega por su parte la psicopedagoga Greco.
De esta manera, lo que comienza como un escape puede transformarse silenciosamente en una adicción que puede provocar alteraciones en el sueño, afectación en el rendimiento académico y, en casos más severos, puede desencadenar cuadros de ansiedad y depresión.
LEER MÁS ► Día Mundial de la Salud Mental: por qué se celebra el 10 de octubre
“Estudios recientes advierten que podría haber relación entre el déficit de atención con hiperactividad y la forma en que se usa internet”, señala la psicóloga que recalcó que cuando un chico está frente a la pantalla de un celular, no presta atención a lo que sucede a su alrededor. Y alerta que, por primera vez en la historia, se está ante una brecha generacional invertida: los hijos dominan la tecnología mejor que sus padres.
Greco señala que un mal uso de las redes sociales afectan el comportamiento, porque expone a los niños y jóvenes a experiencias complejas, como el ciberacoso, mientras que en el caso de los adolescentes, se ven tentados por los juegos de apuestas. "Es algo que está muy en auge, lo vemos tanto en las consultas como en las escuelas", detalla la especialista. En este escenario se observa a adolescentes que en plena hora de clase usan el celular para apostar a través de casinos virtuales.
Otro aspecto que surge es la comparación social o ciertos ideales a seguir.”Pareciera que en las redes sociales hay una vida perfecta o modelo que hay que alcanzar”, describe Greco. Esto afecta el desarrollo de las infancias y las adolescencias e impacta tanto en el modo en como se perciben a sí mismos y a sus círculos sociales también.
PANTALLAS.png
Internet democratizó el conocimiento de una manera sin precedentes, pero como toda herramienta poderosa, conlleva riesgos que no se pueden ignorar.
El uso indiscriminado de las pantallas también impacta en la disposición para el aprendizaje y en la concentración de los más chicos."Las redes sociales y las pantallas implican estímulos constantes y es todo ya", señala la psicopedagoga. Mientras que el aprendizaje implica otro tipo de lógica y de procedimientos que se traducen en la espera, investigación y el deseo de saber.
El fenómeno es tan reciente que aún no hay datos concluyentes sobre sus efectos a largo plazo. Sin embargo, las señales de alarma ya son evidentes y se observan cambios en la forma en que los más chicos procesan la información y tienden a la gratificación instantánea.
"No se trata de demonizar la tecnología", aclara Labath que valoró que Internet democratizó el conocimiento de una manera sin precedentes, pero como toda herramienta poderosa, conlleva riesgos que no se pueden ignorar. La clave, según la especialista, radica en el acompañamiento y la supervisión de los adultos.
LEER MÁS ► El uso excesivo de pantallas en los más chicos afecta su desarrollo cognitivo y social
Al respecto, aclaró que el control no debe ser sinónimo de prohibición. Los padres pueden convertirse en guías, estableciendo límites claros y fomentando un uso responsable. En este camino, se recomienda pactar horarios de uso y estar atentos a cambios de comportamiento que puedan indicar problemas más profundos.
“Cuando un niño tiene depresión, ansiedad y hace unos berrinches enormes, es porque ya tiene una adicción”, advirtió Labath. Los efectos de la tecnología en los jóvenes se podrán comprender en los próximos años. Hasta tanto, la prevención y el diálogo abierto se presentan como las mejores herramientas para navegar estas aguas desconocidas.
Señales de alarma y consecuencias
El empleo excesivo de dispositivos móviles puede desencadenar diversos problemas:
- Déficit de atención e hiperactividad.
- Depresión e insomnio.
- Disminución del rendimiento académico.
- Dificultad para tomar decisiones.
- Ansiedad y cambios de comportamiento.
Recomendaciones para padres
- Introducir los dispositivos móviles de manera progresiva y según la edad.
- Supervisar el contenido al que acceden los menores.
- Establecer horarios y acuerdos de uso.
- Instalar filtros y controles parentales.
- Estar atentos a cambios de comportamiento que puedan indicar problemas como bullying, grooming o exposición a contenido inapropiado.
