El primer secreto está en el lavado. Según los expertos, el arroz debe enjuagarse varias veces hasta que el agua salga completamente transparente. Este paso elimina el exceso de almidón, que es el principal culpable de que los granos queden pegoteados. Si bien parece tedioso, este detalle garantiza un resultado más liviano y aireado.
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Otro punto fundamental es la proporción de agua y arroz. Los chefs recomiendan usar una medida de arroz por una y media de agua, aunque esto puede variar según el tipo de grano. Es crucial no remover durante la cocción para evitar que el almidón se active y el arroz pierda su textura. Además, una vez que el agua se haya absorbido, dejar reposar el arroz tapado por unos minutos ayuda a que termine de cocinarse de manera uniforme.
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Claves para un arroz suelto y perfecto:
- Lavado: Enjuagá los granos varias veces hasta que el agua salga transparente.
- Proporción exacta: Una medida de arroz por una y media de agua (o según el tipo).
- No mezclar: Durante la cocción, no remuevas para evitar activar el almidón.
- Reposo final: Dejalo tapado unos minutos una vez que se absorba el agua.
Con estos consejos, el arroz suelto dejará de ser un desafío en la cocina. Si seguís estos pasos, vas a lograr un plato digno de los mejores restaurantes, ideal para lucirte en cualquier comida.