Durante la marcha se exigió Justicia para todas las víctimas de femicidio, lesbicidio y transfemicidios, presupuestos para frenar la violencia y el cumplimiento de leyes vigentes. Además, se apuntó contra las gestiones de gobierno nacional y provincial.
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Fernanda Gutiérrez, referente de la Mesa de Ni Una Menos de Santa Fe, dialogó al respecto con el móvil de AIRE y expresó: "Es importante movilizarnos cada 25 de noviembre. Esta vez lo hicimos este 2 de diciembre, no solo por el clima, sino porque cada vez que llueve se inunda la ciudad y muchas compañeras se iban a quedar sin la posibilidad de participar de la jornada de lucha".
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En esa línea, afirmó que "todas las consignas que rodean el documento que consensuamos son una radiografía del estado actual en el que estamos como movimiento de mujeres y disidencias en el país y en el mundo".
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"Venimos a decirle al Gobierno nacional de Javier Milei y al provincial de Maximiliano Pullaro que 'paren la mano' con el ajuste y el recorte tremendo que están haciendo en todas las áreas públicas de prevención y atención a las mujeres víctimas de violencia de género", sostuvo Gutiérrez y cerró: "Hay un femicidio cada 37 horas. Es muy alarmante y por eso estamos en las calles exigiéndole al Gobierno que haga lo que tenga que hacer".
Por su parte, Liliana Loyola de la Asociación Civil Generar, se refirió al recorrido que tienen que hacer las mujeres para denunciar situaciones de violencia de género y consideró: "Es un laberinto por las trabas que tiene el sistema".
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"A todo esto, se suma la precariedad de la situación en la que estamos, por la que estamos marchando. Los retrocesos que se produjeron este año le cuestan a las mujeres, como la desfinanciación a los programas de políticas de género, y los ministerios de mujeres que ahora son secretarías", sumó.
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Finalmente, Paula Canalis del Movimiento Evita, coincidió en que "la denuncia no es una ruta, sino que es un laberinto, porque el camino no es muy claro", por lo que sintetizó: "Queremos problematizar lo dificultoso que es transitarlo".
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"Por parte del Gobierno se dice que el Ministerio de la Mujer no sirvió para nada, que hubo más casos de violencia de género cuando no había ministerio y este año se publicó que hubo menos denuncias. En realidad, lo que eso quiere decir es que desarticularon a las organizaciones", explicó.
Y concluyó: "Estamos desarticulados porque se cortaron absolutamente todos los programas que hacían que nosotras podamos tener recursos para acompañar estas situaciones. Las personas no llegan ni siquiera a hacer la denuncia y ni siquiera saben que hay una Dirección de Género para pedir ayuda".
