El Ejecutivo provincial trabaja en una ley de Alcohol Cero en Santa Fe. Se busca que, además de una multa económica, los sancionados tengan que volver a rendir el carnet de conducir.
Vuelve el debate por la adhesión de la provincia de Santa Fe a la Ley de Alcohol Cero.
La ley de Alcohol Cero vuelve a debatirse en la provincia de Santa Fe. Se trata de un proyecto de adhesión a la Ley Nacional de Alcohol Cero que se promulgó durante el año 2023 y que el Gobierno provincial –tomando un proyecto original del diputado Fabián Palo Oliver– decidió trabajar con modificaciones en la Legislatura.
La iniciativa, que actualmente se encuentra en la Comisión de Seguridad de la Cámara baja, trae consigo algunas cuestiones más que novedosas respecto a su aplicación. Entre ellas, que el sancionado por conducir con alcohol en sangre no solamente pague una multa económica, sino que también vuelva a rendir el carnet de conducir.
Vale recordar que actualmente son 13 las provincias de la Argentina donde rige la normativa de Alcohol Cero y en el territorio santafesino hay cinco ciudades que la aplican: Rosario, Santa Fe, Reconquista, Pueblo Esther y Villa Gobernador Gálvez.
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El director del Observatorio Vial de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), Sebastián Kelman, dialogó con AIRE sobre el avance de la normativa en la Legislatura provincial y afirmó: "Queremos que sea una ley bien pensada, consensuada y que su reglamentación sea viable desde todo punto de vista".
En esa línea, indicó que la ley "significaría claridad y orden" para el ciudadano, y argumentó: "Hay provincias limítrofes que tienen alcohol cero, hay ciudades dentro de la nuestra que tienen alcohol cero y hay una ley nacional de alcohol cero. Sin embargo, Santa Fe es una de las cinco provincias que todavía no adhirió a la normativa".
"Estamos trabajando fuertemente en la reglamentación para que sea una ley que sirva, que respete los derechos y que garantice su buena aplicabilidad", apuntó el funcionario y aseguro: "Tenemos en cuenta un montón de experiencias que son fundamentales y tenemos en cuenta lo que dice el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en cuanto a los alcoholímetros".
Kelman explicó que el proyecto santafesino busca ser algo más que "simplemente pagar" ante la infracción cometida, por lo que trabajan en la idea de segmentación: "No es lo mismo tener alcohol en sangre 0,2 que tener 0,8 o 1.0. Las penas no son las mismas y esto tiene que ver con darle un orden y que no sea solo pagar", explicó.
"Además de una multa económica, se propone que los sancionados tengan que volver a rendir el carnet de conducir y acrediten que son responsables para tener la licencia", informó el titular del Observatorio Vial.
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Y remarcó que, actualmente, cuando una persona tiene más de 0,5 de alcohol en sangre, "se lo inhabilita y después de los 30 o 40 días retira la licencia y vuelve a conducir".
"Estamos modificando esto para que, cuando se levante una inhabilitación, se tenga que volver a rendir: para un dosaje mínimo, solamente el examen teórico y para un dosaje grande, teórico y práctico", detalló Kelman y postuló: "Queremos constatar que la persona se hace cargo, vuelve a estudiar y vuelve a acreditar que está en condiciones de conducir".
De acuerdo a lo explicado por el director del Observatorio Vial, "las faltas de tránsito y su sanción económica seguirán midiéndose en unidades fijas, que tienen que ver con el precio del litro de nafta súper de la marca más barata".
En esa línea, indicó que se establecerán márgenes mínimos y máximos de unidades fijas para cada medición de alcohol en sangre y que la cantidad final para cada multa en particular "lo va a determinar el juez de faltas".
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Kelman adelantó que los márgenes mínimos y máximos que se proponen son los siguientes:
Motos
Vehículos particulares
"Quienes tengan hasta 0,2 en moto y 0,5 en auto, se los sacará de la vía pública y se les retendrá el vehículo. No hay inhabilitación para conducir y no se hará rendir de nuevo", aclaró el funcionario.
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