La renuncia al cargo había sido presentada por Rodríguez a finales de octubre, luego de que se conocieran públicamente una denuncia presentada por una exempleada de su juzgado por acoso sexual. En la causa se sumaron varios testimonios de otras empleadas y empleados por maltrato laboral.
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La noticia fue confirmada por Luis Mino en Ahora Vengo.
La editorial de Luis Mino en Ahora Vengo
"¿Qué significa? Que no va a ser juzgado por todas las denuncias que tiene... un juez federal. No puede ser que un juez federal haga esto. Entonces, al haberse aceptado la renuncia, el trámite que se estaba dando ante el Consejo de la Magistratura caduca, porque él ya no es más juez. Es un ciudadano más. Se va cobrando una jubilación de entre ocho y nueve millones de pesos por mes", remarcó el conductor de Ahora Vengo.
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"Había muchas personas listas para declarar todo lo que vivieron. Lo dijo la denunciante Ingrid Diez acá, contó las amenazas, los acosos, los malos tratos laborales. Todo eso prescribe... No, doctor Rodríguez, la condena social no prescribe. La justicia sí, pero la condena de la sociedad no, porque gracias a este medio y a este programa y a quien le habla se pudo saber mucho de lo que todos callaban. El Litoral se enteró de esto por nosotros, por lo que íbamos contando", sostuvo Luis Mino.
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Reinaldo Rodríguez, el juez que lleva más de 20 años al frente del Juzgado Federal N°1 de Santa Fe.
"Basta de estos jueces, el rosarino Bailaque, Rodríguez... ¿cuál es el ejemplo que dan estos jueces que tienen un poder tremendo? Ahora se le termina el poder, dejan de ser impunes. Hay denuncias por parte de empleados, empleadas y del propio sindicato. Estoy diciendo lo que otros no dicen. Toda la región se enteró por nosotros, a través de Aire Radio, TV, Aire Digital, de las publicaciones en Instagram".
"Un hombre impune, poderoso, deja de ser poderoso, deja de amenazar, deja un juzgado, el número 1, donde su marca quedará entre las más tristes de la historia. Mientras tanto, sigue subrogado por el juez Bailaque de Rosario... un capítulo triste de la justicia federal".
"Me hubiera gustado que se hubiera podido defender, esgrimir su defensa... no le dieron la posibilidad a que se sentara y pudiera defenderse. Tenía tantas denuncias y tan fuertes que hubiera sido difícil... la vio venir. Si lo encontraban culpable se quedaba sin jubilación, sin estos ocho o nueve millones que va a cobrar a partir de ahora. Te enteraste por AIRE".
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Los acosos de Rodríguez, en primera persona
Pocas horas después de conocerse la renuncia de Rodríguez a fines de octubre, la denunciante de varios hechos de acoso sexual dio una entrevista en Ahora Vengo y relató los padecimientos de los trabajadores y trabajadoras del juzgado a cargo del ahora exmagistrado.
Ingrid Diez, actual prosecretaria administrativa del Tribunal Oral Federal y secretaria de prensa en la regional VIII de la Unión de Empleados de Justicia de la Nación y exempleada del juzgado de Rodríguez, lo denunció por primera vez hace 18 años. La mujer describió al magistrado como una persona con conductas "psicopáticas" y que "se cree omnipotente".
Ingrid llegó a trabajar al juzgado de Rodríguez en 2005 desde Buenos Aires: “Me acosó sexualmente, yo me atreví a esconder una grabadora de periodista dentro de una bota, para poder tener pruebas. Un día me llamó al despacho… me llamaba continuamente con alguna excusa y siempre me decía algo desagradable, invitaciones a viajar a Buenos Aires, cuestiones que prefiero no repetir ni exponer”, comenzó a relatar Diez.
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Maiquel Torcatt / Aire Digital
"El juez me acosó sexualmente"
“Una de las veces logré grabarlo y denuncié ante el Consejo de la Magistratura en una época donde no había perspectiva de género, en un concejo donde había tantas corbatas que actuaban nucleados y abroquelados por ser jueces. Las pocas mujeres que existían se pusieron al hombro la denuncia. Lo denuncié por acoso sexual, por maltrato laboral y por desconocimiento del reglamento de justicia de la Nación.. Envíe la grabación al Concejo de la Magistratura como prueba, el Concejo alegó frituras en la grabación. Monseñor Zaspe y 9 de julio, colectivos, autos, seguro va a haber ruido, pero se escuchaba claramente la voz de él que me invitaba a un hotel en Buenos Aires, que me llevaba en auto… era clarísimo. Yo estaba a punto de casarme” recordó la mujer.
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En este sentido, agregó que “cuando me pasó a mí lo que me pasó y mis compañeras me hicieron la despedida de soltera, sólo mujeres, en el subsuelo de un restaurante, él se había reservado una mesa al lado de la escalera, sólo ahí, y observaba quienes entraban. La que entraba, que trabajaba en el juzgado, fue castigada”.
En relación con esa denuncia presentada hace casi 20 años, Diez explicó que fue tramitada por la comisión de acusación del Consejo de la Magistratura: “Fue Diana Conti en ese momento fue quien la llevó adelante desde su vocalía a la denuncia, ella propuso un dictamen acusatorio, pero la mayoría eran hombres, muchos jueces, y se desestimó sin consecuencia alguna”.
Luego, Ingrid explicó cómo Rodríguez perpetraba los malos tratos: “Primero me degradó laboralmente. Él considera que una de las formas de castigar a los empleados es quitarlo de su lugar habitual de trabajo y mandarlos a la secretaría de ejecuciones fiscales, que queda como apartado del resto del juzgado. Yo era sumariante, jefa de despacho, y me dejó atendiendo la mesa de entrada, previo a haberme gritado en su despacho con la puerta abierta, “que yo soy el juez federal y a mí estas cosas no me las hace nadie”. Escucharon mil personas eso. Yo no intenté disuadir a nadie que me acompañara en esta cruzada, que era personal y que podía ganar o perder, pero yo tenía la necesidad de exponerlo”, sostuvo.
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Maiquel Torcatt / Aire Digital
La actual empleada del TOF sostuvo que Reinaldo Rodríguez hizo lo mismo con otras mujeres, algunas ya jubiladas: “Las atormentó, yo no sé si porque también le han dicho que no a sus caprichos o que, les hizo la vida imposible, y pasaba de este acoso, que sos hermosa, al grito, al insulto, al maltrato, a la persecución. A los hombres también, a un empleado, un día, por un berrinche, un día de malhumor, decidió que el escritorio ya no tenía que estar así, sino que se tenía que sentar mirando a la pared. Así lo tuvo un mes trabajando”.
Diez se refirió a las consecuencias en su salud que tuvo por las situaciones generadas por el juez Rodríguez: “me generó problemas de salud, siempre tuve muy buena salud y empecé con desmayos, lipotimias, he llegado a tener picos de presión de 17 con 32 años. Sobre todo me generó satisfacción, con el diario del lunes, y orgullo de haber hecho lo que hice porque yo sé que es verdad, los años me lo demostraron, y poder transmitirle a mi hija, dejarle este legado, y a todos los jóvenes, que hay que luchar por lo que uno cree que está bien, para erradicar estos malos hábitos y estos malos tratos”, manifestó.
“Hay gente que ha sufrido ataques de pánico. A una chica de la secretaría electoral la llamó a su despacho y durante tres horas, TRES HORAS -remarcó- la acosó sexualmente, de manera verbal, haciéndole proposiciones obscenas, indebidas, fuera de lugar… y esta chica después de cinco seis años, sigue con ataques de pánico. Lo ve y entra en ataque de pánico”, relató Diez. “En otro caso, a uno de los empleados, en un momento lo necesitó, no pudo responder a su llamado de manera urgente, y lo hizo quedar parado seis horas al lado de su despacho por si él necesitaba algo”.
Ingrid cuestionó también la actitud de algunos empleados del juzgado: “Hoy asumen tres personas en la secretaría electoral, nombradas por él, que son “hijos de”... una de las personas que presenció lo que le pasó a la secretaria privada (la mujer que motivó la denuncia masiva) estaba citada como testigo… casualmente, una de las personas a las que efectivizan (en la secretaría) es su hija. No sé, (Rodríguez) tendrá miedo que si el padre tiene que dar testimonio no lo beneficie…”
Diez refirió que “sobre todo en la secretaría electoral han sido víctimas durante años de este señor. Quien hoy es la secretaria, sin ir más lejos, en su momento fue víctima de maltrato laboral de este magistrado”.
