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Política Javier Milei | Victoria Villarruel | Mauricio Macri

Javier Milei aprovecha las mieles de su popularidad y rompe con Victoria Villarruel y Mauricio Macri

Con la mira puesta en las elecciones legislativas, Javier Milei busca polarizar con Cristina Kirchner y fagocitar a los espacios moderados que le resten votos.

Con la mira puesta en las elecciones legislativas de 2025, el líder libertario prepara un escenario de polarización con la expresidenta Cristina Kirchner como candidata, para lo que previamente buscará fagocitar a los espacios moderados –el PRO, la UCR y demás agrupaciones de centro– que le puedan restar votos.

No es la primera vez que el jefe del Estado discrepa de manera pública con su vicepresidenta, pero sí la más dura y definitiva desde el punto de vista político: no solo dijo que “no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones”, sino que también la emparentó con “el círculo rojo, la casta”. Una blasfemia en el lenguaje libertario.

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Sorprendida, Villarruel optó por no responder, al menos públicamente, por ahora. Esperará a que baje la espuma; sabe que cualquier réplica solo agravaría el conflicto y fortalecería al presidente.

Hace tiempo que la relación con Villarruel estaba rota; Karina Milei ya le desconfiaba desde los tiempos de campaña, cuando la actual vicepresidenta se plantaba para exigir lugares para su gente en las listas y en un eventual gabinete.

Ya en el gobierno, el presidente –instigado por su hermana y por el asesor Santiago Caputo– comenzó a marcar públicamente sus diferencias con algunas de las actuaciones de Villarruel, entre ellas el acto que organizó en el Senado para recordar a víctimas de las organizaciones guerrilleras, como Montoneros, o la colocación del busto de Isabel Martínez de Perón.

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El distanciamiento de Javier Milei con la vicepresidenta Victoria Villarruel fue fogoneado por su hermana Karina, la secretaria general de la Presidencia.

El distanciamiento de Javier Milei con la vicepresidenta Victoria Villarruel fue fogoneado por su hermana Karina, la secretaria general de la Presidencia.

“Un gobierno de esas características, que derivó en el ‘Rodrigazo’, no es un modelo a seguir. Tampoco es razonable hacer una reivindicación de alguien que creó la Triple A”, fustigó Milei.

No fue casual el momento que escogió Milei para formalizar su ruptura con Villarruel. El presidente se muestra invulnerable: hoy las encuestas lo muestran en la cima, la macroeconomía solo le depara buenas noticias y viene de codearse con los líderes más importantes del mundo, entre ellos Donald Trump, el presidente chino Xi Jimping y la italiana Giorgia Meloni.

Envalentonado, el libertario aprovecha el envión de su popularidad para exhibirse desafiante frente a una oposición descolocada y sin rumbo.

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El presidente no tiene contemplaciones siquiera con aquellos que le prestaron su apoyo para poner los primeros cimientos de su gestión. Los desplantes hacia Macri, por caso, ya son elocuentes.

Los libertarios están decididos a disputarle su bastión –la Capital- y preparan el terreno para competir con listas propias en Buenos Aires, convencidos de que le vaciarán el partido al macrismo. La Libertad Avanza ya es un sello nacional y, bajo el lema “Milei o Cristina”, buscará arrasar en las provincias cuanto resabio quede del ya extinto Juntos por el Cambio.

Los gobernadores aliados de la UCR y el PRO se ven venir la embestida libertaria y, desconcertados, no atinan a reaccionar. El presidente Milei ordenó cerrar el Congreso a fin de mes y dejarlos sin ley de presupuesto 2025 salvo que accedan a que éste se vote a libro cerrado. Solo así convocará a sesiones extraordinarias en diciembre.

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Javier Milei junto al presidente chino Xi Jimping: una de las fotos de la semana.

Javier Milei junto al presidente chino Xi Jimping: una de las fotos de la semana.

Los mandatarios provinciales desesperan ante la posibilidad de que no haya presupuesto y que, otra vez, la motosierra libertaria vuelva a rebanarles partidas claves para sus distritos.

Los gobernadores aliados nunca imaginaron que Milei iba a pagarles con esta moneda la cantidad de veces que ellos, con su tropa legislativa, salieron en su auxilio cuando la oposición amenazaba con jaquearle la gestión. El libertario, finalmente, resulta ser más contemplativo con los peronistas, mascullan: la polarización, en definitiva, es funcional para ambos.