El rector de la UNL, Enrique Mammarella, apuntó contra el presidente de la Nación, Javier Milei, por el veto y la crisis de presupuestaria en las universidades.
Enrique Mammarella, rector de la UNL criticó a Javier MIleil por el veto a las universidades.
Pocas horas después de que la Cámara de Diputados de la Nación sostuvo el veto a la Ley de Financiamiento universitario, mientras se desarrolla un paro de actividades y los alumnos se organizan en asambleas y clases públicas para seguir visibilizando el problema, Enrique Mammarella, rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) dialogó con AIRE.
A poco menos de dos meses para finalizar el año académico, con el 70% de los docentes bajo la línea de pobreza y mientras comienza la discusión por el Presupuesto 2025, Mammarella aseguró que el veto que impulsó el presidente Javier Milei refleja la "falta de priorización" que tiene el gobierno con la educación en el país.
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—Pasadas algunas horas, qué sensaciones te dejó la votación de los diputados, respaldando el veto de Javier Milei.
—Un sabor amargo, no pudimos por muy poco ratificar la Ley de Financiamiento educativo en el Congreso. Estuvimos cerca, pero primaron las miradas partidarias que personales en cuanto a priorizar la educación pública en nuestro país.
—¿Fue realmente concreta la posibilidad de contar con el número necesario de votos?
—Hubo un trabajo fuerte para tratar de conservar los votos que se habían conseguido, hablamos con todos, como lo hizo el Gobierno. En algunos casos hubo diputados que faltaron, y en otros que se terminaron absteniendo nos podían acompañar.
—¿Qué mirada tiene sobre los diputados de Santa Fe que sostuvieron sus decisiones respecto a la votación original?
—Sí. En general mantuvieron la postura, aunque con algunas diferencias. Apelamos a que pudieran acompañarnos pero evidentemente primó la posición partidaria.
De los 19 diputados nacionales que representan a la provincia de Santa Fe en la Cámara de Diputados, 9 convalidaron el veto del presidente Javier Milei a la ley de financiamiento universitario, mientras que los otros 10 votaron en contra. Los que acompañaron fueron los dirigentes del PRO y La Libertad Avanza mientras que los que votaron por más recursos para la educación fueron los peronistas, la UCR y el socialismo.
Con 159 votos a favor, 85 en contra, 5 abstenciones y 8 ausencias, el oficialismo pudo ratificar el veto de Javier Milei en una sesión clave para el Gobierno previo al tratamiento del Presupuesto 2025.
En su primer artículo, la legislación buscaba declarar la emergencia presupuestaria del sistema universitario nacional para “atenuar, ante el aumento de los costos de los bienes y servicios esenciales, el impacto que los mismos tienen para los compromisos salariales y los gastos de funcionamiento de todas las universidades nacionales”.
También establecía la actualización por inflación del presupuesto para las universidades nacionales con retroactividad al 1° de diciembre del año pasado.
—¿Cómo definís en términos políticos lo que ocurrió en el Congreso?
—En el fondo es una victoria costosa porque es imponer una decisión economicista por sobre una prioridad de Estado. Lo que termina haciendo, en definitiva, es fortaleciendo la relación de las Universidades con gran parte del Congreso pensando que la discusión del Presupuesto 2025 ya empezó. Nosotros vamos apelar a que con la cantidad de diputados que acompañaron más los senadores la educación, la ciencia y la tecnología sea una prioridad.
—Muchos dicen que este es el primer paso del Gobierno para el arancelamiento de las universidades. ¿Adherís a esa mirada?
—Este es un primer paso para demostrar que las universidades publicas y el conocimiento no están entre las prioridades de los planes de Gobierno en el país que están pensando. Ayer muchos diputados se rasgaban las vestiduras hablando de la educación primaria y secundaria, pero hay que decir que fueron justamente este tipo de políticas las que transfirieron la educación a las provincias. Después, a través de la Ley Federal destruyeron la educación técnica y fuimos las universidades, en el marco de la autonomía, las que pudimos mantener la educación técnica y las escuelas son señeras y trabajan tratando de recuperar un eslabón muy importante pensando en la industrialización del país. Lamentablemente, ahora, el conocimiento que se genera en las universidades tampoco está en valor y en el modelo del país que se piensa los profesionales tampoco son importantes.
—Entonces, a partir de esta descripción: ¿descartas que se busque arancelar la universidad?
—El Gobierno necesitaría cambiar la Ley de Educación Superior en el Congreso, no es fácil. En la Ley Bases modificaba la Ley de Educación General y Superior y en el Congreso no pudo conseguirlo. Es imposible pensarlo, aunque sí está llevando hacia un ahogo financiero.
—¿Y trasladarlas a las provincias?
—No es posible en el marco de lo que está. Es más, algunas de las universidades como Córdoba o Buenos Aires nacieron incluso antes que el país. La UNL reconoce, como otras, antecedentes en universidades provinciales. Tratar de volver a que nuestro país sea una confederación de provincias lo veo muy peligroso.
Inmediatamente después de la votación que convalidó el veto de Milei, en distintas universidades del país los docentes y alumnos comenzaron a realizar asambleas y tomaron los lugares para analizar cómo seguir visibilizando la problemática. En la UNL, la facultad de derecho fue una de las afectadas, pero luego de varias reuniones se acordó avanzar en otras metodologías de protestas.
—La idea de los chicos es avanzar con clases públicas. Una cosa es manifestarse en la calle y otra inmovilizar las universidades. Más en este tiempo, tenemos que tener las universidades trabajando y dando respuestas a lo que necesita la sociedad. Las familias están haciendo mucho esfuerzo para mantener los hijos en la universidad y los docentes, por su parte, para seguir dando clases. Tenemos una responsabilidad muy grande con la sociedad para que el conocimiento se transfiera a cada uno de los hogares, instituciones y la producción y al mismo tiempo seguir discutiendo con el Gobierno para obtener los recursos necesarios. Necesitamos apoyos y que nos acompañen, pero también necesitamos trabajar.
Al igual que los sindicatos, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) también “repudió” la postura de legisladores nacionales que “les dieron la espalda a nuestras universidades públicas al apoyar su desfinanciamiento”.
“Este reclamo es genuino y así lo manifestó la sociedad en su conjunto en las marchas federales del 23 de abril y del 2 de octubre”, expresaron desde el organismo en un comunicado.
Las autoridades universitarias agrupadas en el CIN sostuvieron además que en la actualidad “el sistema universitario público tiene el 70 % de los salarios docentes y no docentes por debajo de la línea de la pobreza” y que “las partidas asignadas ni siquiera son suficientes para el mantenimiento mínimo de la infraestructura y están paralizadas las obras”.
Nada de eso les importó. Privilegiaron su metro cuadrado, sus argumentos pequeños, su mirada corta y su visión egoísta”, criticaron desde la entidad con relación a los diputados que acompañaron el veto de Milei.
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