El Gobierno anunció la desregulación del servicio de rampas en aeropuertos, tras un conflicto sindical que afectó a miles de pasajeros.
En una medida que promete transformar el panorama de los aeropuertos argentinos, el Gobierno anunció la desregulación del servicio de rampas, tras el conflicto con la empresa estatal Intercargo.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, fue quien encabezó la conferencia de prensa en Casa de Gobierno para comunicar esta medida. "A partir de hoy se terminó Intercargo tal como la conocíamos", declaró Adorni, destacando que el objetivo es abrir el mercado para que nuevas empresas puedan operar en el sector. Según trascendió, ya hay dos compañías interesadas en ingresar a la actividad de rampas en los aeropuertos.
En un giro inusual, el Gobierno también adelantó que autorizará a las fuerzas de seguridad a hacerse cargo de los servicios de rampas en casos de emergencia. "Vamos a habilitar la participación de las fuerzas en situaciones críticas y de manera temporal", explicó Adorni. Esta medida busca prevenir futuras interrupciones de servicio como las registradas esta semana.
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La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue aún más enfática en su postura, afirmando que, al igual que se liberaron las calles durante manifestaciones, se tomarán acciones para "liberar los aeropuertos". "No vamos a permitir que ningún terrorista sindical tome de rehén a los pasajeros", sentenció Bullrich, haciendo referencia a la reciente protesta de trabajadores de Intercargo.
La apertura del mercado permitirá que nuevos actores ingresen al servicio de rampas en los aeropuertos, un sector hasta ahora dominado por Intercargo. El secretario de Transporte, Franco Mogetta, detalló que la renovación de permisos para operar será automática cada 15 años, facilitando así la competencia y la entrada de nuevas empresas.
"Estamos dando lugar a que nuevos operadores del servicio de rampa puedan incorporarse al mercado argentino", señaló Mogetta, quien estuvo acompañado en la conferencia de prensa por los ministros de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, y de Seguridad, Patricia Bullrich.
La decisión del Gobierno se produce tras un conflicto sindical que paralizó varios aeropuertos. El miércoles, trabajadores de Intercargo realizaron una huelga que derivó en demoras y cancelaciones de vuelos, afectando principalmente a aerolíneas como Flybondi, Jetsmart, Gol, Sky y Latam. Durante la protesta, más de 2.000 pasajeros quedaron varados en los aeropuertos, y al menos 18 personas tuvieron que ser trasladadas en ambulancias por crisis nerviosas, desmayos y episodios de hipertensión.
"Lo que hicieron los trabajadores fue un acto de secuestro", acusó Bullrich, quien también adelantó que el Gobierno presentará una denuncia judicial contra el sindicato APA (Asociación del Personal Aeronáutico) e Intercargo. "Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para liberar a 46 millones de argentinos que pagan los sueldos de estos empleados y sufren por sus acciones", agregó la ministra.
En respuesta al anuncio del Gobierno, los empleados de Intercargo comenzaron una "asamblea informativa" para analizar los despidos de 15 trabajadores que participaron en la retención de tareas. La medida de fuerza afectó la carga de equipaje y la atención en pista, lo que provocó un caos operativo en varios vuelos.
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