La gestión anterior sostiene que hizo las inversiones necesarias, pero las actuales autoridades lo niegan. Se avanzará en el recambio de cañerías.
En los últimos días, se registraron problemas en el servicio de agua potable en Santa Fe.
Durante la última semana, en la ciudad de Santa Fe se multiplicaron las quejas de vecinos de diferentes barrios por problemas en el suministro de agua potable. En algunos casos, las protestas eran por la escasa presión en el sistema y, en otros, porque no sale ni una gota. A esas situaciones se debe sumar que, en muchos casos, sale con turbiedad.
Ante esta situación, AIRE mantuvo contactos con representantes de la anterior gestión en Aguas Santafesinas y con autoridades actuales. Quienes estaban a cargo de la empresa durante el gobierno de Omar Perotti, sostienen que manejaron ASSA “en las peores condiciones: bajante extrema e histórica de río y con pandemia” y destacan que “así y todo, sostuvimos el suministro de agua potable sin cortes”. Sin embargo, las autoridades actuales consideran que no se realizaron las inversiones necesarias “durante años” y reiteraron la necesidad de avanzar con el recambio de cañerías que tienen más de 120 años.
Quienes estuvieron en la gestión de Aguas Santafesinas entre 2019 y 2023 aseguran que “lo que recibió (la actual gestión) en materia de agua potable fue muy superior a lo que recibimos nosotros”. Sobre este punto, detallan que hubo un mejoramiento de la toma del Riacho Santa Fe. Se adquirieron nuevas bombas sumergibles que permiten continuar con la captación de agua cruda aún con bajantes extremas del río y se colocó un puente grúa en la toma que permite levantar y bajar las bombas del sistema tradicional con lo que se mejora la captación”.
Además, sostienen que en la toma Colastiné se renovó el sistema de captación de agua cruda con un nuevo esquema de alimentación de acueducto desde la toma a la conducción existente y se desarrolló el nuevo muelle de toma para ejecutarlo con la nueva defensa.
En cuanto a la planta de potabilizadora se renovó el viejo sistema de agitadores y adecuaron los filtros incrementando en aproximadamente 10% la producción de agua potable de la vieja planta de Candioti. También, según indican, se mejoró la distribución en barrios vulnerables que ocasionaban grandes pérdidas en distribución informal.
En la misma línea, la gestión anterior de Aguas resalta que se licitó, adjudicó y comenzó la obra de la ampliación de la planta potabilizadora con módulo de alta tasa que permitirá incrementar en un 70% la disponibilidad de agua potable en la ciudad y una nueva estación de bombeo que permitirá distribuir de manera diferencial con dos estaciones de bombeo una para zona norte y otra para la zona sur, mejorando presión de suministro y haciendo más eficiente el control de pérdidas. Sin embargo, advierten que “estas últimas obras fueron suspendidas por no otorgar el financiamiento el gobierno nacional y no ponerlas como prioritarias el gobierno provincial”.
Por su parte, las actuales autoridades de la empresa aseguran que los problemas que hoy padecen los usuarios de la ciudad de Santa Fe “tienen que ver con la falta de inversión histórica en Aguas santafesinas. Nosotros encaramos el plan de renovación de redes de agua y cloaca. Vamos a renovar kilómetros y kilómetros de cañería de agua que tienen más de 120 años. Es algo que se hará por primera vez en la historia del sanitarismo de la provincia de Santa Fe”.
Altas fuentes de Aguas explicaron que “nosotros perdemos agua producida y potabilizada en esas redes por el estado de las cañerías. Son caños de hierro fundido que permanentemente tienen fracturas” y agregó: “En función de los ahorros que hizo Aguas Santafesinas con la reducción de los costos operativos, que ascienden a la suma de 30.000 millones de pesos, presentamos un plan de renovación de redes de agua potable en todos los distritos de Aguas Santafesinas, pero fundamentalmente en Santa Fe y Rosario”.
“Esa renovación de redes nos va a permitir que lo que efectivamente producimos progresivamente vaya siendo transportada y distribuida por cañería al 100% del diámetro del caño”, precisaron.
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Según las autoridades de Aguas, a medida que se vayan reemplazando los caños, se irán reduciendo la cantidad de corralitos que se verán en la vía pública, porque las roturas de los caños serán aisladas. “Los resultados de ese plan los vamos a empezar a ver a fin de año”, aseguraron.
Por otro lado, desde Aguas, si bien destacan la importancia de contar con la ampliación de la planta potabilizadora, aseguran que mientras no se resuelva la renovación de la red de distribución “el problema seguirá existiendo”.
“Por esos mismos caños va a circular el agua que nosotros tengamos mayor cantidad cuando tengamos la planta terminada, pero el problema es el caño. El agua se pierde en la red, eso es una realidad. Si nosotros hablamos que cualquier empresa eficiente pierde entre un 18 y un 20% de agua potabilizada, imaginate nosotros con un caño de 120 años”, precisaron.
Respecto a las obras y gestiones que dejó la gestión anterior, desde la actual conducción de la empresa aclararon que esas medidas estaban direccionadas a paliar la bajante que ocurrió desde el 2020. “En la bajante el problema era la captación de agua. Pero eso pero no tiene que ver con el problema de fondo. Son las tomas que están vinculadas a los acueductos porque no podían captar agua los acueductos”, revelaron.
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Por otra parte, desde Aguas siguen con atención lo que pueda ocurrir con la obra de ampliación de la planta potabilizadora “Es sumamente necesaria, es una obra prioritaria porque la ciudad crece y porque implica acompañar el desarrollo poblacional y urbanístico de la capital de la provincia de Santa Fe”, remarcaron.
Por último, desde Assa apelan a la conciencia del usuario para cuidar el agua potable, sobre todo en situaciones extremas como las actuales. “Insistimos hace más de 15 días con que la gente también haga un uso solidario del agua que pagamos. No hay conciencia. En cualquier lugar del mundo, el agua es lo más preciado que hay. Pero acá no, acá la derrochamos a las 24 horas”.
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