El año pasado, la recaudación de Assa apenas alcanzó para cubrir el 10% de los gastos de funcionamiento. Cómo se redujeron costos y de qué manera se incrementaron los ingresos.
El Gobierno de Santa Fe espera que Assa logre el equilibrio entre ingresos y gastos en el último trimestre de 2025.
Los desequilibrios presupuestarios en la empresa Aguas Santafesinas (Assa) alcanzaron niveles récords durante los últimos años, cuando la prestación del servicio en 15 ciudades de la provincia solo se pudo garantizar gracias a los aportes del Tesoro provincial para compensar el déficit creciente.
Tanto fue así que, según fuentes oficiales de la empresa consultadas por AIRE, en 2023 los ingresos por cobro de tarifas de Assa apenas cubrieron el 10% de los gastos de funcionamiento de la empresa.
Desde enero de este año se pusieron en marcha distintas estrategias para incrementar los ingresos y reducir las erogaciones. A estas medidas se sumaron disposiciones que la empresa comenzó a aplicar luego de que, en junio pasado, la Legislatura aprobara una ley de Emergencia:
Luego de adoptar estas medidas, se calcula que en estos momentos la recaudación de Assa alcanza como para cubrir el 50% de los costos de la empresa. El resto de los recursos, sigue siendo aportado por el Tesoro provincial.
Según estimaciones de la empresa, se espera que a finales de 2024 la recaudación de Assa alcance para cubrir el 60% de los gastos y que, durante el último trimestre de 2025, se logre un equilibrio que permita evitar los aportes extraordinarios del Gobierno.
Durante los últimos nueve meses, se tomaron distintas medidas tendientes a la reducción de gastos. Según los cálculos de la empresa, cuando termine 2024 los ahorros habrán sumado aproximadamente 20 mil millones de pesos, una cifra similar al aumento de ingresos que se logró a partir del incremento del 450% en las tarifas durante este año.
Hasta el momento, se eliminaron cargos de Gerencia General, Gerencia de Operaciones, Gerencia de Relaciones Institucionales, Gerencia de Recursos Humanos y Gerencia de Contrataciones. Estas funciones fueron asumidas por el Directorio Ejecutivo de la empresa.
También se suspendieron nuevos ingresos de empleados desde el inicio del año y se congelaron las promociones. Además, se produjo el despido de alrededor de 50 empleados que formaban parte de un total de 144 agentes que habían sido contratados entre octubre y noviembre de 2023.
Los cargos que quedaron vacantes por fallecimientos o por jubilaciones, no fueron cubiertos. También hubo reducción de horas extras, reducción del número de guardias y se logró bajar el nivel de ausentismo.
Los datos oficiales indican que en enero de 2024 la empresa contaba con un total de 1.409 cargos ocupados. En julio, habían descendido a 1.353 y se proyecta que en diciembre lleguen a 1.338.
A julio de 2024 hubo 54 desvinculaciones de agentes de Assa por distintos motivos y se espera llegar a 68 en diciembre. Esto representa un ahorro anualizado de 1.363 millones de pesos.
En enero de este año, la empresa pagó un total de 12.745 horas extras, y en julio las horas extras descendieron a 7.967. Se calcula que de esta manera ahorraron unos 75 millones de pesos. Entre agosto y diciembre se espera una reducción de otros 99,7 millones, con un impacto anualizado de 239,3 millones de pesos.
Desde hace casi 20 años, los empleados de Assa vienen cobrando todos los años un "premio por productividad", equivalente al 120% del sueldo de la categoría más alta. Este premio se paga en tres cuotas anuales.
El Directorio de Assa tomó la decisión de suspender el pago de este premio, amparado en la ley de Emergencia aprobada en junio pasado por la Legislatura de Santa Fe. La eliminación de este plus salarial representará un ahorro aproximado a los 5.100 millones de pesos por año.
En 2024 el ahorro será menor -oscilará en los 2.400 millones-, porque la primera parte del premio se pagó antes de que se sancionara la ley de Emergencia.
También se aplicaron cambios en el sistema de guardias que no siempre se cumplían, sino que era utilizado como un régimen de compensaciones económicas en determinados casos. Los cálculos oficiales indican que de esta manera se ahorrarán en el año 594 millones de pesos.
En estos momentos, los niveles de ausentismo en la empresa reflejan un impacto ostensiblemente menor al que se producía hace un año: en julio de 2023 hubo un 7,35% de ausentismo, mientras que las inasistencias cayeron al 4,73% en julio de 2024.
A partir de todos estos factores, las actuales autoridades de Assa consideran que será posible alcanzar una reducción de 8.830 millones de pesos en los gastos destinados a cubrir la masa salarial de 2024.
En lo que va del año, se dieron de baja 236 equipos de telefonía celular, lo que permitirá un ahorro en 2024 de 43,4 millones de pesos.
También salieron de circulación 100 vehículos que estaban en malas condiciones y que generaban permanentes gastos de reparación, se pusieron topes al uso de combustible y se restringieron las autorizaciones de vehículos asignados de manera individual.
Mientras que en enero de 2024 los vehículos de Assa consumieron 67.939 litros de combustible, en julio el consumo bajó a 54.260 litros. Se espera un ahorro anualizado de 155 millones de pesos.
Hasta el momento, Assa lleva digitalizadas alrededor de 130 mil boletas y se espera que en diciembre de 2024 sean 280 mil. Esto implicará un ahorro anualizado de 180 millones de pesos.
Los aumentos de tarifas de Assa durante 2024 fueron realmente importantes: 190% en el segundo bimestre, 52% en el tercer bimestre y 24,92% en el cuarto bimestre. Esto significa un acumulado durante el año del 451%.
Desde la empresa plantean que estos incrementos se dieron, básicamente, por dos motivos. Uno, atado a la devaluación del peso y a la escalada inflacionaria. El otro, por un atraso tarifario que se fue acumulando durante los últimos años.
Según datos oficiales, en 2020 no hubo aumentos en la tarifa de Assa, con una inflación del 36,1%; en 2021 hubo un aumento del 32% en el primer bimestre (tramo pendiente de aplicar en 2019) y la inflación alcanzó el 50,9%.
En 2022 hubo un aumento del 30%, otro del 20% y uno del 10%; con una inflación del 94,8%. Mientras que en 2023 también hubo tres aumentos: 40%, 30% y 10%; pero con una inflación que llegó al 211,4%.
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