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Policiales Rosario | Esteban Alvarado | Narcotráfico en Rosario

Un juicio clave en la historia narco de Rosario: el asesinato del testigo Carlos Argüelles

Lo mataron cuatro sicarios en setiembre de 2021. Había declarado contra su examigo y jefe Esteban Alvarado. Su testimonio fue clave.

A Carlos Argüelles lo buscaban para matarlo desde que declaró contra su exjefe, el narco Esteban Alvarado. Por lo menos tres veces habían intentado asesinarlo. El 6 de setiembre de 2021 cuatro sicarios cumplieron con su objetivo al ejecutar en un taller mecánico a este hombre de 46 años, que había rechazado ser testigo protegido y no contaba actualmente con custodia policial.

El crimen de Argüelles fue emblemático en la historia reciente de Rosario

En la investigación no se logró llegar al autor intelectual, aunque las sospechas recaen sobre Alvarado, que fue su amigo y su jefe durante casi dos décadas, cuando el jefe narco hizo una fortuna con el robo de autos de alta gama que provenían de la zona norte de Buenos Aires. Argüelles adulteraba los autos -“emponchaba” en la jerga- para luego venderlos.

Según un integrante de la banda en ese momento, llegaron a traer a Rosario tres camiones mosquitos llenos de vehículos que vendían a través de los clasificados del diario La Capital, luego de que Argüelles realizara un trabajo “impecable”. La violencia y los negocios los alejaron en un momento y la muerte fue el final que esperaba el chapista. Tal como ocurrió el 21 de setiembre de 2021.

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Los imputados en el juicio son Lautaro Arena, Aldana Peralta, Maximiliano Morel y Rodrigo Varela. Están acusados por el fiscal Luis Schiappa Pietra de ser los autores materiales del homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y agravado por el uso de arma de fuego.

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Carlos Argüelles fue asesinado de dos tiros en la cabeza cerca de su taller mecánico.

Carlos Argüelles fue asesinado de dos tiros en la cabeza cerca de su taller mecánico.

A “Carlitos” lo mataron en su taller de dos tiros en la cabeza y uno en el abdomen. Los sicarios huyeron en un auto, pero minutos después fueron detenidos tras una persecución en la zona de Pasaje Villar y Chacabuco, en el barrio La Tablada. La pena solicitada para los cuatro imputados es de prisión perpetua. Los jueces que integran el tribunal son Rodrigo Santana, Hebe Marcogliese y Lorena Arone.

Argüelles había rechazado en dos oportunidades entrar en el régimen de protección de testigos, después de declarar contra su jefe luego de que los fiscales Schiappa Pietra y Matías Edery lo imputaran como testaferro de Alvarado. Había declarado como “imputado colaborador”, la figura que en Santa Fe se usa para catalogar al llamado “arrepentido”.

Argüelles se negó a ser trasladado a otra provincia para resguardar su vida. Sólo aceptó una custodia policial en su casa, pero la mayoría del tiempo estaba en su taller, donde fue asesinado. En ese taller Argüelles siempre se dedicó a adulterar autos de alta gama que robaba la banda de Alvarado. Este hombre de 46 años seguía en algunas actividades turbias por lo que no quería la custodia.

Minutos después de que se concretara este nuevo crimen, la policía detuvo a cuatro personas que se movían en un VW Fox, el modelo del auto que se usó en el ataque. Dentro del auto secuestraron una bomba molotov. Se sospecha que la iban a usar para quemar el vehículo.

Este hombre de 46 años ya había sido blanco de un ataque el 28 de enero de 2021, cuando fue emboscado mientras transitaba con su camioneta Ford Ecosport, junto a su familia. Lo interceptaron un auto gris y una moto desde donde le dispararon varias veces. Pero las balas no lo alcanzaron.

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Un taxista realizó las tareas de inteligencia y dos jóvenes trataron de ejecutarlo pero fallaron. Habían recibido órdenes desde la cárcel de Piñero de Alejandro Nuñez, conocido como “Chucky Monedita”. Este preso está acusado de planear los cuatro crímenes de marzo pasado que sacudieron Rosario.

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El jefe narco Esteban Alvarado, condenado a perpetua, actualmente está preso en la cárcel de Ezeiza.

El jefe narco Esteban Alvarado, condenado a perpetua, actualmente está preso en la cárcel de Ezeiza.

Argüelles fue imputado en 2016 como uno de los testaferros del narco Esteban Alvarado, que actualmente está preso en la cárcel de Ezeiza. Luego, accedió a una morigeración de la pena al declarar en contra de su jefe, como imputado colaborador, una figura similar a la de arrepentido.

Como reveló AIRE en junio de 2021, desde el penal de Piñero “Chucky Monedita” ordenó atacar al mecánico, que antiguamente refaccionaba y adulteraba autos del clan Alvarado. Desde el pabellón Nº4 del penal de Piñero, este recluso tramó el crimen que debía concretarse antes de que Argüelles declarara en la causa contra uno de los principales narcos de Rosario.

Matar a Argüelles no parecía una tarea sencilla, porque contaba en ese momento con una custodia policial. Según la investigación que realizaron los fiscales Pablo Socca y Valeria Haurigot, el encargado de planear el crimen de Argüelles era Jonatan Ribles, que contaba con la “ayuda” del taxista Jorge Ojeda para realizar las tareas de inteligencia. El joven usaba ropa de la Empresa Provincial de Energía y de Aguas Provinciales, para evitar ser descubierto cuando hacía los seguimientos a las víctimas, según describieron los fiscales en la audiencia.

Ribles y Ojeda siguieron los pasos del “blanco” durante varios días. El taxista le enviaba por Whatsapp cómo se movía el mecánico al que debían matar. “Dos veces tocó bocina. Le abrieron al toque (el portón) al viejo. Se ve que manda un mensaje antes”, describió Ojeda a Ribles en un mensaje que le envió a su celular.

Desde la cárcel, Chuky Monedita debía apurar al sicario para que actuara. Lo presionaba para que llevara adelante el atentado, pero Ribles no encontraba el momento apropiado para matarlo. Una complicación era la custodia policial.

Cansado de las ideas y vueltas, desde el pabellón Nº4 del penal de Piñero, el jefe de la banda le ordenó a Ribles: “Andá a ver al tachero y seguilo. Andá y ponelo de cheto. No le podés errar”. El 28 de octubre a las 14.29, Ribles admitió que volvió perder a la víctima. A Argüelles no lograron asesinarlo, porque el ataque falló. En enero pasado, cinco días antes de declarar, el mecánico fue blanco de una emboscada cuando se trasladaba con su familia en una Ford Ecosport. Le dispararon desde una moto y una camioneta Peugeot Partner, pero salió ileso.

“Es la tercera vez que me amenazan o bien me entero que van a matarme. Cuando tomé la decisión de declarar, en el futuro juicio a Alvarado, sabía a lo que me arriesgaba; pero creo que es un acto justo declarar y que Dios me protege”, admitió el mecánico, según publicó el diario La Capital.

La declaración que hizo Argüelles fue lapidaria contra Alvarado. Quien lo convenció para declarar en el juicio fue Mariana Ortigala, quien junto con su hermano Rodrigo formaban parte de la banda de Alvarado. Después saltaron la tranquera y pasaron a las filas de Los Monos. Ortigala fue otra de las que declaró en el juicio contra Alvarado y la intentaron matar en la puerta de su casa en Roldán en 2020.

Actualmente, está presa por extorsiones que hacía invocando el nombre de Los Monos y era informante del fiscal Matías Edery, quien fue suspendido por tener un vínculo poco ortodoxo con la persona que le pasaba información.