Por la causa hay una pareja detenida y un prófugo bajo sospecha de integrar una banda que roba autos en Buenos Aires, les cambian las patentes y los venden.
Los detalles del caso fueron revelados en una audiencia realizada en tribunales.
Una causa que se tramita en la Fiscalía de Delitos Complejos reveló este jueves cómo funciona la mafia de los “autos mellizos” por la que fue detenida una pareja en febrero pasado en el barrio La Ranita de Santa Fe.
Por el caso, este jueves quedó en prisión preventiva un santafesino identificado como Daniel Enrique Acosta (31), quien junto con su pareja, Georgina Gómez (29), fueron imputados como la pata local de una asociación ilícita que roba vehículos en el conurbano bonaerense, le sustrae las patentes a coches idénticos y luego las coloca en los sustraídos para comercializarlos.
Ambos quedaron bajo sospecha de la Justicia a partir de una investigación que encabeza la fiscal Laura Urquiza que investigó a la pareja por la venta de una Toyota Hilux y un Chevrolet Onix que fueron robados en provincia de Buenos Aires y que, por causas que se investigan, aparecieron en Santa Fe. “Se trata de una organización que ha cometido más hechos”, destacó al respecto la funcionaria judicial. “Hay gente superior que está en otras provincias”, agregó durante la audiencia de este jueves en tribunales, encabezada por la jueza Celeste Minniti.
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Por el caso, se encuentra también involucrado otro santafesino que ya fue identificado como parte de la banda y el cual permanece prófugo de la Justicia. El mismo, indicaron fuentes judiciales, cuenta con antecedentes penales muy recientes.
La denuncia que dio origen a la presente causa fue impulsada por un hombre de nacionalidad boliviana que en enero pasado denunció haber sido estafado al comprar, entre noviembre y diciembre, una Toyota Hilux (2020) y un Chevrolet Onix (2020) a dos hombres a los que conoció por medio de un amigo.
En dicha compra, la víctima les pagó a los “vendedores” una suma cercana a los $ 50.000.000 y se hizo de los vehículos. En medio de la operación, abonó a su vez 700 mil pesos a una gestora, la cual le hizo entrega de una cédula vehicular y del título automotor.
Sin embargo, la trama ilícita fue descubierta cuando el comprador viajaba a Bolivia con su familia y al llegar a un control en la provincia de Tucumán los policías camineros le prohibieron continuar al detectar que la camioneta presentaba un pedido de secuestro por un robo ocurrido en Buenos Aires.
La Hilux debió quedarse en Tucumán, mientras que la víctima y su familia regresaron a Santa Fe para alertar a su abogado de lo ocurrido y a su vez confirmar que el Onix que había comprado también era robado.
La denuncia recayó en la Fiscalía de Urquiza y en manos de agentes de la Policía de Investigaciones (PDI) que tras una investigación detectaron que quien había oficiado como vendedor era Acosta y como gestora trucha Gómez, ambos domiciliados en el barrio La Ranita.
Los dos fueron detenidos en su casa de Menchaca al 9700, en donde además guardaban un Volkswagen Gol blanco también robado en la provincia de Buenos Aires y el cual estaba siendo ofertado en redes sociales.
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La pesquisa reveló además que Acosta y el hombre que permanece prófugo se hicieron pasar por otras personas al momento de realizar la venta de la Hilux y el Onix que fue adquirido por el hombre de nacionalidad boliviana.
Los investigadores descubrieron además, en base a los teléfonos secuestrados, que meses antes a su detención recibieron varias encomiendas provenientes de la provincia de Buenos Aires y las cuales habrían tenido chapa patente que eran colocadas en los vehículos robados. Y, además, que gestionaban con una persona las maniobras para generar las cedulas vehiculares truchas.
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