Este martes se llevó a cabo la tercera jornada del juicio por la explotación sexual a la que fue sometida la mujer que se encuentra desaparecida desde el 5 de mayo del 2023.
El juicio arrancó el pasado viernes y se da durante toda esta semana en tribunales de Santa Fe.
Maiquel Torcatt/ Aire Digital
El juicio por la explotación sexual a la que fue sometida Mónica Aquino, quien se encuentra desaparecida desde mayo del 2023 y cuyo paradero es una incógnita sin respuesta, cerró este martes su tercera jornada.
El debate comenzó el pasado viernes y durante los primeros días pasaron por la sala policías, investigadoras y familiares de la mujer que narraron el contexto de violencia y abusos en el que se encontraba inmersa: prostitución a toda hora, golpizas reiteradas y lazos afectivos totalmente cercenados.
Este martes declararon dos testigos que si bien no son familiares ni amigos de Mónica Aquino confirmaron el entorno violento en el que se encontraba la mujer previo a su desaparición y en el que están como principales protagonistas Hugo Pérez, la pareja de la víctima, su hermano Mario Daniel y María Rosa Aquirre, la madre de los hermanos.
Quien primero prestó declaración fue una extrabajadora sexual que dejó de "hacer la calle" y que desde hace diez años se dedica al cirujeo por las zonas en donde Mónica solía hacer su “parada”.
Dicha mujer dijo que conocía a Mónica porque residía a unas cuadras de la casa del barrio Varadero Sarsotti en donde la víctima vivía con los hermanos Pérez, su concuñada y suegra. La misma contó que en reiteradas oportunidades vio a la mujer desaparecida prostituirse por las calles del barrio Sur por la noche. “Siempre estaba trabajando”, explicó la mujer cartonera.
No obstante, remarcó que en reiteradas oportunidades la víctima llegó a pedirle dinero para volver a su casa, ya que si llegaba con las manos vacía sufría golpizas de parte de su pareja. Incluso, recordó que la vio a Mónica golpeada en su rostro. “Si ella no llevaba plata, le pegaban”, destacó la mujer que fue convocada al juicio por los fiscales del caso, Jorgelina Mosser Ferro y Matías Broggi de la Unidad Fiscal Especial de Violencias de Género, Familiar y Sexual.
La tercera jornada del juicio también tuvo como eje conocer bajo qué contexto se criaron los hermanos Hugo y Mario Daniel Pérez. Es que por la sala de audiencia pasó un tío de ellos y el cual explicó que ambos hermanos crecieron junto a un padre proxeneta (Daniel Pérez) que se dedicó gran parte de su vida a “regentear” mujeres en Santa Fe y la región.
— “Mi hermano se dedicaba a hacer prostituir a mujeres”, dijo el testigo.
— ¿Sabe cuántas?, preguntó la fiscal Mosser Ferro.
— “No me alcanzan los dedos de la mano para contarlas”, dijo el familiar de los Pérez.
Su declaración reveló además que Pérez (padre) ofició de proxeneta en la ciudad de Santa Fe y que llevaba chicas a otras provincias. “Las mandaba y otras veces las llevaba él”, narró el testigo. “Después se hizo curandero”, recordó.
LEER MÁS ► Violencia, prostitución y desaparición: se reanuda este lunes el juicio por el caso de Mónica Aquino
De poca relación con su hermano y familia, se refirió además a sus sobrinos como personas que, según le comentaban los vecinos del barrio, siempre tenían comportamientos “pésimos” en la zona del barrio Varadero Sarsotti.
Te puede interesar
