El hallazgo se produjo durante la tarde del domingo 23 de marzo, luego de que el personal policial detectara comportamientos sospechosos durante una inspección de rutina.
Música alta, preguntas extrañas y un cuchillo escondido
Según el parte policial, el alerta surgió pasadas las 13:20, cuando efectivos comenzaron a oír música a alto volumen proveniente del área de alojamiento de detenidos. Entre los sonidos, también se percibieron golpes. Al aproximarse, tres de los presos comenzaron a entablar un diálogo poco habitual con los oficiales, lo que incrementó las sospechas.
Ante esta situación, el jefe de la dependencia ordenó una requisa con personal del Cuerpo de Infantería y durante el procedimiento se detectó un boquete sin terminar de 40 cm de ancho por 30 cm de alto en la pared de una de las celdas. También se secuestró un cuchillo de 11 cm con mango plástico celeste.
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Traslado urgente y actuación judicial
Los internos fueron trasladados a otras dependencias policiales para evitar nuevos intentos de evasión. El operativo incluyó varios móviles y fue supervisado por el Subdirector Tula, jefe de Trámites y Libertades, y personal de Planimetría y Fotografía de la PDI.
En tanto, la fiscalía de turno, a cargo del Dr. Morales, ordenó que se dé intervención a la Policía de Investigaciones (PDI) para constatar los daños y secuestrar posibles herramientas utilizadas en el intento de fuga. También se solicitó el relevamiento de cámaras, aunque se constató que el penal no cuenta con sistema de videovigilancia.
