Se trata de un santafesino de 27 años, a quien acusan de haber sido el "puntero" de la banda que cayó con la droga en un control de Gendarmería en Santiago del Estero.
La cocaína estaba acondicionada en una caja metálica y fue descubierta en la ruta nacional 16, a la altura de Monte Quemado.
Un santafesino de 27 años quedó ligado a la causa que investiga el transporte de 33 kilos de cocaína que partieron de la provincia de Salta y tenían destino la ciudad de Santa Fe, pero que fueron interceptados, en mayo pasado, en un control de Gendarmería de Santiago del Estero.
Se trata de Giovanni Petrucci, domiciliado en barrio Sargento Cabral de la ciudad de Santa Fe, y al cual investigan por haber presuntamente oficiado como “puntero” de la Citröen Berlingo en la que iban los santafesinos Daniel Jorge “Lolo” Amezaga (57); Flavio Emanuel Quinteros (25); Patricia Liliana Bergués (54) y Paula Belén De los Hoyos (23) con 32 bloques de cocaína envueltos en globos de piñata.
El mismo fue detenido el pasado 11 de septiembre por orden del juez Sebastián Diego Argibay, que lo procesó como presunto autor de transporte de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas.
Según la investigación, Petrucci fue quien reservó el hotel y cochera en la ciudad de San Ramón de Orán, en donde se alojaron los ocupantes de la Berlingo entre el 22 y 24 de mayo de este año. Se cree que en esa localidad fue cargada la cocaína que luego fue descubierta en Santiago del Estero y la cual tenía como destino la ciudad de Santa Fe.
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Desde la Justicia sospechan además que Petrucci fue quien circuló unos kilómetros más delante de la Citroën Berlingo para alertar sobre controles de fuerzas de seguridad que pudieran existir en rutas.
Sin embargo, la droga que iba en la Berlingo fue descubierta el 25 de mayo en un control de la Gendarmería apostado en el kilómetro 456 de la ruta nacional 16, en jurisdicción de Monte Quemado. Aquel día, los agentes detuvieron la marcha de la utilitaria que conducía Amezaga y al advertir que en la parte inferior de la carrocería había una caja metálica negra procedieron a la requisa del vehículo.
Finalmente, al ser abierta la caja, los gendarmes del Escuadrón 59 descubrieron un total de 32 bloques de cocaína camuflados en globos de piñata por un pesaje total de 33 kilogramos.
A raíz del procedimiento, fueron detenidos los ocupantes de la Berlingo los cuales con posterioridad fueron indagados en sede judicial y luego procesados con prisión preventiva por transporte de estupefacientes.
Dicho fallo no fue apelado por Quinteros, Amezaga y Berges por lo que quedó firme. Mientras que De Los Hoyos, lo recurrió ante la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán para que sea revisada la resolución judicial.
Desde entonces, la causa siguió con la ejecución de una serie de peritajes que permitiesen establecer si hubo más implicados en el traslado del cargamento de cocaína que debía llegar a suelo santafesino.
Fue así, a partir de la apertura del teléfono de Amezaga se estableció que el hombre oriundo de Laguna Paiva (con antecedentes en la Justicia de Misiones y Córdoba) tenía como contacto el teléfono que Petrucci utilizó para gestionar la reserva del hotel en donde el grupo de santafesinos se hospedó previo a su detención.
Además, en otro de los teléfonos (el de Bergues) los investigadores detectaron que de ahí salió un mensaje que hizo referencia a que alguien los acompañaría en el viaje de Salta a Santa Fe. “Va alguien delante de nosotros, si no no vamos a poder salir”, decía uno de los mensajes.
Y como si fuera poco, en el teléfono que la Justicia, que sospecha que Petrucci utilizó, aparecieron mensajes enviados a Amezaga en donde le daba indicaciones sobre un recorrido. “Frénate en una estación”, supo escribir.
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