Aunque parezca tener nombre de folklorista o tanguero es un narco pesado de la zona sudoeste, que se transformó en un hombre clave en la venta de drogas en esa zona, un territorio atravesado por una violencia extrema desde hace cuatro años, donde franquicias de Los Monos, como esta, y de Esteban Alvarado, libraron una batalla que dejó decenas de muertos.
Dalmacio Saravia, que manejaba parte de la distribución de droga en Villa Banana —donde vendía entre cinco y seis kilos de cocaína por semana— es el padre de Leonardo Saravia, conocido en el mundo narco con un sobrenombre grandilocuente: “Leo Rey”, quien actualmente está preso en el penal federal de Rawson desde 2022.
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Esa zona de Rosario es hoy una de las más complicadas, luego de que en 2024 bajaran un 65,5% los asesinatos. En ese sector de la ciudad la violencia es resiliente. Hace dos semanas se produjo un ataque infernal contra un grupo de vendedores de droga de Villa Banana, donde fueron asesinadas tres personas.
El contexto aceleró la investigación contra el clan Saravia, que tiene vínculos con Los Monos, y sobre todo con el conurbano bonaerense, de donde proviene la cocaína que después adulteran en cocinas de la zona.
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Hace dos semanas se produjo un ataque infernal contra un grupo de vendedores de droga de Villa Banana.
Después de que Leo Rey fuera detenido en 2022 en la ruta, cerca de Pergamino, con 22 kilos de cocaína de máxima pureza, la organización pasó a ser controlada por Dalmacio Saravia, su padre, que estaba con detención domiciliaria, en teoría, y es dueño de un minimarket que se llama “El Don”.
Esta semana, el fiscal de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), Matías Scilabra, ordenó 22 allanamientos en distintos puntos de la ciudad, que derivaron en ocho detenciones, entre ellas, la de Dalmacio Saravia. Este viernes, en una audiencia que se realizó en Rosario, el juez federal Carlos Vera Barros ordenó la prisión preventiva para todos los detenidos.
Los detalles de la investigación
Lo que muestra la investigación es que este grupo criminal, que tenía una terminal con Máximo Ariel Cantero, alias El Viejo, y su expareja Celestina Contreras movía una importante cantidad de cocaína en una serie de búnkeres ubicados en la zona sudoeste de Rosario.
Una pesquisa que inició la Prefectura Nacional logró desmantelar esta red que estaba en manos de gente ligada al clan Saravia, que, entre algunas particularidades que denota la investigación, es que la droga la tenían que pagar en dólares. Para esa misión tenían a un eslabón clave, al que apodan Miyagui, que sería Aldo César Nasser, es quien hacía las operaciones con dólar MEP y dólar blue.
Nasser no sólo consigue dólares, a los que llaman en las conversaciones “verdolagas”, sino también cocaína de buena calidad, a la que mimetizan con “Mortadela Paladini”. “Yo tengo otros amigos que tienen un menú que….los cien gramos de mortadela Paladini, entendés? Viste como la mortadela Paladini es rica…no se compara con otra, pero está 530 rúculas, no se si a vos te interesará…”. La referencia a esta marca de fiambre es para destacar la calidad que tiene frente a otras sustancias que se venden en la zona.
“Está bien, pero vos tenés que ir con las rúculas…si, bueno pero no pesos…tenes que llevar los verdolagas. La mortadela son cien gramos de la calidad Paladini, sino esto no se habla ¿está? Yo te digo una cosa, no es ni para vos ni para mi, ósea, vos sabes estos negocios como son…o la calidad tiene que se buena como Paladini sino no sirve ¿Está?...”
Nasser parece usar el diálogo que Walter White tiene en Breaking Bad con unos traficantes norteamerianos, a los que no les importa la calidad de la metanfetamina que venden. White les dice: “Yo fabrico Coca Cola”, para hacer referencia a la gaseosa más vendida del mundo.
Quién es Leo Saravia
Leo Saravia, actualmente preso en Rawson, fue uno de los primeros narcos rosarinos en asentarse en el conurbano bonaerense. Este hombre, que tenía relación directa con el histórico jefe de la banda de Los Monos fue detenido cerca de Pergamino con 22 kilos de cocaína de máxima pureza.
Esa droga iba primero a un laboratorio clandestino en la localidad de Pérez, donde la estiraban con insumos químicos hasta superar los 100 kilos, que –según los investigadores- les alcanzaba para la comercialización en los búnkeres en Villa Banana y Vïa Honda para todo un mes. Leo Rey había adquirido ese cargamento por 198.000 dólares.
Esa inversión, de acuerdo a las fuentes, la recuperaban en menos de 30 días y obtenían una ganancia neta de unos 300.000 dólares con la venta al menudeo. Como en el caso de Godoy, que cambiaba la recaudación de los búnkeres por dólares blue en la cueva del financista Marcelo Fornes, quien fue condenado por lavado de activos, Leo Rey usaba la misma mecánica, porque los billetes físicos en pesos se hacen difíciles de acopiar y no sirven para pagar a los proveedores bonaerenses.
