Los hermanos Fernando y Guillermo Whpei, dueños de ese espacio “cultural” caminaron por los amplios salones saludando gente, como buenos anfitriones. Dos meses después, aquella postal quedó ennegrecida, luego de que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) allanara ese sitio, a la par del domicilio de Fernando Whpei, involucrado en uno de los casos de corrupción más importantes de los últimos años, en los que están acusados el juez federal Marcelo Bailaque y el extitular de la AFIP de Rosario y Santa Fe Carlos Vaudagna.
Por qué allanaron al dueño del Museo de la Democracia
El allanamiento a Whpei, un financista que tuvo causas abiertas por lavado de dinero por el manejo de fondos en la Asociación Mutual Unión Provincial, que funciona en el mismo edificio que el extraño Museo de la Democracia, se produjo luego de la declaración que realizó un día antes Claudio Iglesias, otro financista que, según se investiga, fue extorsionado por Vaudagna y el magistrado federal. Eso al menos es lo que declaró el extitular de la AFIP, cuando se presentó como arrepentido ante los fiscales federales.
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Marcelo Bailaque, el juez federal, y Carlos Vaudagna, extitular de la AFIP de Rosario y Santa Fe.
Whpei aparece en esta trama, de acuerdo a la declaración que hizo Iglesias, como una especie de intermediario de Bailaque y de Vaudagna, que tenían dos objetivos aparentes: obtener una suma de dinero para que la causa que habían armado contra lglesias no prosperara y sacarlo de la carrera en la aseguradora San Cristóbal, donde tenía chances de conducir el directorio.
Iglesias contó que Whpei le dijo que era “una causa muy pesada, que podía complicarlo. Hay gente de arriba de Buenos Aires interesada en avanzar. Te podemos dar una mano. Yo tengo llegada al juez y a la AFIP", contó el financista que le transmitió Whpei. El propio Bailaque confesó, cuando la Cámara de Apelaciones de Rosario lo apartó de otra causa en la que estaba involucrado el titular de Asociación Mutual Unión Provincial que era su amigo, y que, incluso, habían viajado a Chile juntos.
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Con la documentación que secuestraron los fiscales Juan Argibay y Federico Reynares Solari ahora la justicia federal deberá determinar cuál fue el rol de Whpei en la maniobra. Si los contactos que mantuvo con Iglesias en medio de la extorsión tenían como objetivo establecer algún tipo de negociación.
Hay otra persona que enfrentó allanamientos en el marco de esta saga. Es el abogado tributarista Guillermo Zenklusen, oriundo de Rafaela. Whpei, según contó Iglesias, le exigía que el abogado en la causa por lavado que enfrentaba junto con Jorge Oneto –que habían armado Vaudagna y Bailaque- fuera Zenklusen. Iglesias tenía otros letrados, que cuestionaron la causa que investigaba Bailaque.
Según fuentes de la causa Zenklusen estuvo en una reunión en Rosario de la que participaron también Whpei, Iglesias y uno de sus abogados. De acuerdo a fuentes cercanas a Iglesias, el letrado de Rafaela, que tiene oficinas en Santa Fe y en Buenos Aires, no habría participado de la maniobra extorsiva.
Los antecedentes de Whpei
Whpei aparece en otro episodio oscuro, que también tiene como sede el extraño Museo de la Democracia. Esta trama tiene que ver con el manejo de los fondos de la Cooperativa de Estibadores de Puerto San Martín, que tras la caída de Herme Juárez, alias Vino Caliente, a quien lo habían procesado por lavado de dinero, fue intervenida.
Los miembros de la cooperativa, por fuera de Vino Caliente, pretendían que se normalizara la compleja situación legal, luego de dos intervenciones. En mayo de 2021 trabajadores de la cooperativa denunciaron ante la Cámara Federal de Rosario que la intervención, a cargo de Rubén Pasqualino primero y Daniel Sorrequieta después, había transferido 1.000.000 de pesos a la Mutual de Jubilados, Retirados y Pensionados Provinciales, una financiera que pertenecía al Grupo Unión, que está controlada por los hermanos Fernando y Guillermo Wphei, ambos financistas de Rosario, dueños de medios periodísticos y del llamado Museo de la Democracia.
En la recusación, los miembros de la cooperativa de estibadores señalaron que tuvieron una conversación con Fernando Whpei en el Museo de la Democracia en la que les dijo que era amigo del juez Bailaque y que ofrecía tomar el dinero de la cooperativa porque reportaría mejor interés. El dinero había sido transferido al Grupo Unión y al Banco Coinag.
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Whpei tenía muy buena relación con el juez Bailaque, jactándose de una estrecha amistad y confianza de muchos años.
“Fernando Whpei les informó que tenía muy buena relación con el juez Bailaque, jactándose de una estrecha amistad y confianza de muchos años, que habría ofrecido ayudarlos con la normalización de la cooperativa a raíz de su relación con el magistrado y que les iba a facilitar el proceso de regularización de la entidad. Sostuvieron que para lograr ese objetivo Whpei les manifestó que uno de sus abogados sería designado interventor de la cooperativa”, señala la recusación presentada por los estibadores.
Bailaque rechazó la recusación al argumentar que la inversión, es decir el manejo de los fondos por parte de la mutual a cargo de Whpei, decidida por la intervención de la cooperativa, había sido buena y que los fondos estaban protegidos. Pagaban una tasa de interés más alta que los bancos.
La camarista federal Elida Vidal mantuvo el caso en manos de Bailaque, aunque después un fallo de la Cámara Nacional de Casación ordenó, con argumentos lapidarios de Angela Ledesma, revisar el caso. Lo tomó el camarista Fernando Barbará, que consultó a Bailaque si era como decían los estibadores denunciantes amigo personal de Fernando Whpei. El magistrado respondió: "Nunca negué que somos amigos".
Federico Reynares Solari acusó a Bailaque que no expuso su relación con el financista Fernando Whpei cuando era relevante que lo hiciera: en el momento en que los gremialistas denunciaban que precisamente por ese vínculo no podía ser el juez que dispusiera los destinos de fondos millonarios de la cooperativa portuaria. Lo que aparece como trasfondo es que los financistas guionaron la causa para beneficiarse. Y que en esa trama fue clave la relación de “amistad” que tenían con el magistrado.