Según revelaron los fiscales del caso, Ana Laura Gioria y Estanislao Giavedoni, el exintegrante del Servicio Penitenciario estaba enojado con Caraballo porque este no le pagaba un adelanto del alquiler de una casa de calle Larguía al 6800, en barrio Liceo Norte, en donde residía.
Tal situación surgió a partir del testimonio de una mujer que tenía relación con Pacheco y que pasó la última Nochebuena y Navidad con él. Según declaró, el exguardiacarcel se mostró muy disgustado aquella noche por no poder cobrar el adelanto del alquiler. “Yo lo voy a matar”, le habría dicho el exguardiacárcel a la testigo.
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Horas después de aquella cruenta frase, Pacheco volvió al domicilio de la testigo y le confesó: “ya lo maté”. Luego le pidió ayuda para descartar el cuerpo, a lo que la mujer se negó y el sospechoso se fue del domicilio.
continúan los rastrillajes en la zona donde encontraron el cuerpo mutilado.jpg
Parte de los restos de Lucas Caraballo fueron hallados en un reservorio del río Salado.
En una valija y remís trucho
Entre las sospechas que rodean al caso, una de las que está latente es que Pacheco, tras asesinar y descuartizar a Caraballo, colocó parte del cadáver en una valija y luego tomó un remis trucho y se dirigió hacia un destino incierto. “Según los testimonios que pudimos obtener, esa habría sido la manera: contratar un coche de alquiler para trasladar los restos debidamente ocultos hasta el reservorio donde después fue encontrado”, destacó al respecto la fiscal Ana Laura Gioria.
Los fiscales creen además que el expenitenciario (pasado a disponibilidad desde el 2021) mutiló el cuerpo con el objetivo de que no pudiera ser identificado en caso de ser hallado en algún lugar de descarte.
Por esa razón, habría cortado los dedos de la víctima para evitar un reconocimiento dactiloscópico; los brazos porque tenía tatuajes; y también las piezas dentales.
Antecedente clave
Para poner bajo la lupa a Pachecho, la Fiscalía cuenta con un antecedente que es clave en la causa y es que, hace dos años, el exagente penitenciario protagonizó un violento hecho contra una pareja a la cual atacó a machetazos porque no le pagaban por adelantado el alquiler de la casa de barrio Liceo Norte en donde después alquiló Caraballo.
En aquel entonces, Pacheco fue denunciado, detenido y quedó en prisión preventiva. Luego firmó en un juicio abreviado una condena el 8 de mayo del 2024, en donde acordó que se iría del domicilio de calle Larguía al 6800.
Sin embargo, no cumplió esa medida judicial y volvió a al domicilio en donde se cree que ocurrió el atroz crimen del profesor de danzas.