Según informó la Oficina de Gestión Judicial de tribunales, la audiencia se fijó para las 11.30 del viernes y será encabezada por la jueza penal Rosana Carrara.
La imputación estará a cargo de los fiscales Laura Urquiza y Andrés Marchi, mientras que la defensa estará representada por dos estudios jurídicos que actúan en la causa por separado: Jorge Qüesta; y Rodrigo González.
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En el banquillo de los acusados, por su parte, se sentarán Luciano S. y el policía Fernando C., quienes fueron detenidos el pasado 7 de marzo cuando el paradero de Abrigo todavía era una incógnita.
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En la audiencia está previsto que además de la imputación se trate bajo qué medida cautelar, los dos acusados transitan la causa iniciada a partir de la desaparición de Abrigo el 28 de febrero pasado.
El caso
Aquel día, en horas del mediodía, el policía santafesino se encontraba franco de servicio y salió de su casa del barrio La Esmeralda hacia un destino que hasta el momento no trascendió cuál pudo haber sido.
Al ver que no regresaba, su esposa le envió un mensaje una hora después en donde le consultó si volvería a su casa para almorzar. Sin embargo, el mensaje nunca lo recibió el teléfono de Abrigo.
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Dicho celular impactó por última vez en la localidad de Progreso, a unos 75 kilómetros de Santa Fe, en donde, según trascendió, se sospecha que Abrigo habría tenido la intención de realizar un supuesto negocio vinculado a la compra de animales en un campo.
Ante la ausencia prolongada del policía, su esposa radicó la denuncia y se inició una causa de pedido de paradero que fue asignado al fiscal Andrés Marchi y luego se sumó la fiscal Urquiza del área de Delitos Complejos.
Quiebre y hallazgo
Los días pasaban y sin rastros de Abrigo, agentes del Organismo de Investigaciones y PDI ejecutaron un allanamiento en un campo ubicado al sur de Progreso y el cual se encontraba a cargo del policía Fernando C. pero los resultados fueron negativos.
El mismo procedimiento se ejecutó una semana después y derivó en el secuestro de un arma de fuego, tipo revolver plateado que había sido envuelto en una bolsa de nylon y enterrado bajo tierra.
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Policías, peritos y bomberos en el lugar del hallazgo del cuerpo de Cristian Abrigo.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
Tres días después de aquella medida judicial, el policía Fernando C., decidió declarar en Fiscalía y contar qué Abrigo había sido asesinado y su cuerpo enterrado en un sector de monte del campo de Progreso.
Ante la declaración, el policía detenido fue trasladado (junto con su abogado) hasta el establecimiento rural en donde indicó donde se encontraba el cuerpo de Abrigo: debajo de un montículo de tierra, cubierto de hojas y ramas secas.
Tras el hallazgo, el cuerpo fue llevado hasta la morgue judicial en donde el cuerpo médico forense detectó que presentaba dos disparos en la cabeza.
