Lo vieron por última vez en horas del mediodía del pasado 28 de febrero y desde entonces nada se sabe de él. Su celular se encuentra apagado y una de las principales pistas apunta a la localidad de Progreso -a 75 kilómetros de la capital provincial- hacia donde estiman los investigadores que pudo haber ido. ¿Por sus propios medios o bajo alguna presión?, es la pregunta que resuena en el seno de la investigación.
Por el caso, hay dos hombres detenidos: uno es un vendedor de autos identificado como L.M.S.; y el otro, un agente policial que presta servicios en la Guardia Rural de Los Pumas, y que se llama F.G.C.
LEER MÁS ► El policía Cristian Abrigo sigue desaparecido y hay dos detenidos: las pistas y sospechas que rodean al caso
Ambos se encuentran a disposición de los fiscales Laura Urquiza y Andrés Marchi para la audiencia de imputación de cargos que tiene previsto realizarse la semana próxima en los tribunales santafesinos.
Nuevo testimonio
Si bien la causa recopiló una serie de testimonios de familiares y allegados de Abrigo, en las últimas horas se sumó el de una mujer que dijo conocer al policía y que pidió declarar.
Su aparición se dio cuando se presentó en la Comisaría Octava de Santa Fe y ante el tenor de la causa que se investiga fue derivada hasta la División Judiciales de la Unidad Regional I en donde prestó declaración.
Cristian Abrigo desapareció el 28 de febrero.jpg
La misma fue asignada a los fiscales del caso para que estos evalúen si su contenido ayuda a lograr establecer el contexto en el que se dio la desaparición del subcomisario santafesino que fue visto por última vez cuando vestía una remera rosa y un pantalón corto negro.
¿Amenazas previas?
Sobre dicho contexto, la Fiscalía y los investigadores del caso trabajan por estas horas en determinar si Abrigo sufrió amenazas previo a desaparecer y si tales intimidaciones se dieron en el marco de su trabajo como policía o bajo alguna "changa" paralela.
Es que según trascendió, el subcomisario se dedicaba a la venta de autos usados, por lo que los investigadores pusieron el acento en esa actividad como posible móvil de la desaparición de Abrigo ocurrida el 28 de febrero.
Según entienden, el subcomisario subió aquel día a un automóvil, pero por causas que se investigan nada más se supo de él y su paradero apuntó a la localidad de Progreso, en donde se lo buscó el viernes por la mañana, pero los resultados fueron totalmente adversos.