Se trata de Elías Josué Acosta, quien se encuentra acusado de ser, junto con Enrique Acosta y Georgina Gómez, la pata local de una banda que roba autos en provincia de Buenos Aires y luego, con documentación falsa, los vende en distintas partes del país: entre ellas, la ciudad de Santa Fe.
La detención se concretó el miércoles de esta semana y derivó en la realización de una audiencia en tribunales en donde la fiscal del caso, Laura Urquiza, le imputó a Acosta ser miembro de una asociación ilícita que cometía maniobras defraudatorias con cheques adulterados y documentos apócrifos del Registro Nacional de la Propiedad Automotor.
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La imputación tuvo lugar en los tribunales de Santa Fe.
La fiscal además le achacó haber cometido dos estafas mediante la venta de una Toyota Hilux y un Chevrolet Onix, ambos vehículos robados, a un hombre de nacionalidad boliviana que pagó cerca de 50 millones de pesos; y además ser autor de encubrimiento agravado por la habitualidad y el ánimo de lucro por recibir al menos tres autos robados para ofertarlos en redes sociales.
De la venta al fraude
La génesis que dio origen a la presente causa se dio a partir de una denuncia realizada por un hombre de nacionalidad boliviana que entre noviembre y diciembre del 2024 le compró a los Acosta -quienes dijeron tener otra identidad- una Toyota Hilux y un Chevrolet Onix por 50 millones de pesos.
Luego de concretar la operación, el comprador fue citado por Gómez, quien le acercó la documental de los vehículos, por lo que la víctima decidió cargar a su familia en la camioneta y viajar hasta Bolivia. Sin embargo, cuando llegó a la provincia de Tucumán, un grupo de agentes camineros lo demoraron y detectaron que el vehículo en el que circulaba tenía pedido de secuestro por un robo ocurrido en la provincia de Buenos Aires.
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La camioneta quedó retenida en Tucumán y su comprador de buena fe tuvo que regresar a Santa Fe. Ya en suelo santafesino le contó lo ocurrido a su abogado y ante la sospecha de que el Onix que le había comprado a los Acosta podía estar “flojo de papeles” comprobó que también había sido sustraído en Buenos Aires.
La víctima radicó la denuncia y el caso recayó en la Fiscalía de Urquiza, quien, tras una pesquisa realizada junto con detectives de la PDI, allanó a Enrique Acosta y Georgina Gómez en su casa del barrio La Ranita de Santa Fe, el pasado 20 de febrero.
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Grupos tácticos rodearon la vivienda de la pareja detenida tras el allanamiento.
Gómez inmediatamente aceptó quedar en prisión domiciliaria, mientras que Acosta decidió discutir el caso en una audiencia en tribunales, pero la jueza Celeste Minniti le dictó la prisión preventiva sin plazos. Josué Acosta, por su parte, siguió prófugo hasta el miércoles de esta semana y fue detenido.
Cómo es la estafa de los autos mellizos
Según estableció la investigación que encabeza la fiscal Urquiza, la organización criminal -de la que formarían parte los Acosta y Gómez- roba autos en la provincia de Buenos Aires y luego los traslada a otras provincias, entre ellas, Santa Fe.
En medio de la maniobra, la banda busca un vehículo idéntico al que fue robado y le sustrae las patentes o en su defecto busca la forma para gestionar un duplicado de ese coche ante el Registro de la Propiedad del Automotor.
La patente luego es colocada en el auto robado y con documental apócrifa, la banda comercializa los autos en redes sociales.
