El subcomisario fue visto por última vez el 28 de febrero y desde entonces poco se sabe sobre dónde puede estar. La pista de Progreso, la venta de dólares y autos, como trasfondo de la causa.
Abrigo presta servicios en la Policía de Santa Fe en la parte de monitoreo. Mide 1,90 y tiene un tatuaje en la nuca que dice "gratitud".
Misterio, dudas y sospechas rodean a la desaparición del policía Cristian Abrigo. Lo vieron por última vez hace más de dos semanas cuando salió de su casa del barrio La Esmeralda de Santa Fe y subió a un auto con rumbo incierto. Desde entonces, nada se sabe sobre su paradero.
El subcomisario santafesino tiene 39 años y prestaba servicios hasta su desaparición en el Centro de Monitoreo de la Agrupación Cuerpos de la Policía de Santa Fe. No obstante y de manera paralela, realizaba actividades vinculadas al cambio de moneda extranjera y venta y compra de vehículos.
El último rastro que tuvieron sus familiares fue cuando el pasado 28 de febrero, en horas del mediodía, lo buscó por su casa un hombre y juntos fueron hacia un lugar desconocido, aunque se sospecha que podría haber sido en dirección al norte.
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Tal conjetura cobró más fuerza a partir del último impacto de antena de su teléfono que se dio en la comuna de Progreso, en el departamento Las Colonias, unos 75 kilómetros al norte de la ciudad de Santa Fe.
Por la desaparición se inició un legajo judicial en el Ministerio Público de la Acusación que está a cargo de los fiscales Laura Urquiza y Andrés Marchi, quienes junto con detectives del Organismo de Investigaciones y de la Policía de Investigaciones (PDI) buscan establecer a donde pudo ir o ser llevado el subcomisario.
Por el caso, se encuentran detenidos dos hombres identificados como Luciano S. y Fernando Gabriel C. (este último policía en la Guardia Rural Los Pumas). Ambos permanecen privados de su libertad y está previsto que esta semana sean formalmente imputados ante un juez en tribunales.
Si bien hasta el momento todavía no hay fecha ni hora de la audiencia, trascendió que podría realizarse el jueves o viernes próximo, cuando culmine el plazo máximo que puede tener la Fiscalía a una persona detenida sin antes imputar.
En cuanto al delito que podrían acusar los fiscales, trascendió que uno de los que sí o si figura en la carpeta judicial de los fiscales es del “privación ilegítima de la libertad” ante la sospecha de que la desaparición de Abrigo se trató de un rapto.
En este sentido, extraoficialmente circuló la versión que el civil detenido habría sido quien buscó al policía por su casa y luego se sumó a la trama el policía que se encuentra detenido desde el viernes 7 marzo pasado.
Por la búsqueda de Abrigo se realizaron un total de dos rastrillajes que tuvieron lugar en un campo de la localidad de Progreso ligado al policía Fernando C., que actualmente permanece detenido.
Dichos operativos se centraron en un establecimiento rural ubicado en la parte sur de la localidad del departamento Las Colonias y participaron, además de policías, Bomberos Zapadores de Santa Fe y de otras comunas. Sin embargo, no trascendieron mayores detalles sobre si los investigadores hallaron alguna pista que lleve a esclarecer el paradero de Abrigo.
Además de los rastrillajes, la Fiscalía profundizó durante la última semana una serie de medidas que pueden ser claves en la causa: el peritaje de los autos de los dos detenidos (un Fiat Uno y Cronos) y la extracción del contenido de los celulares Iphone propiedad de los dos hombres que están bajo sospecha.
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