Los jeans azules y negros son un clásico de todo placard. Siempre, en todas las décadas, se intentó meter algún otro color a disputarle el lugar a estos dos históricos. Algunos sólo funcionaron por un rato y después quedaron en el olvido. ¿El más curioso? El jean color lavanda, un tono pastel que fue furor a principios de los 2000, pero no logró mantenerse con el tiempo.
El curioso caso del jean lavanda: un éxito efímero que nunca volvió
Estos se vieron en videoclips, en alfombras rojas y en algunas tapas de revistas, pero rápidamente pasaron de moda. A diferencia del jean blanco o el gris claro, que siguen apareciendo de vez en cuando, la lavanda no volvió a tener su momento. Hoy, ni siquiera las marcas que reciclan tendencias dosmileras se animan a relanzarlo con fuerza.
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Los jeans en tono neón, como verde fosforescente o rosa shocking, también tuvieron su momento de fama. ¿En qué época? Fines de los 80, cuando todo era exceso. Algo similar pasa con los jeans marrones, que tuvieron su oportunidad en los años 70, pero nunca llegaron a ser masivos.
La mayoría de los colores que no lograron instalarse comparten algo en común: son difíciles de combinar, no favorecen a todos los cuerpos o no funcionan bien con ciertos calzados. Por eso, más allá de los intentos por innovar, la gente sigue eligiendo los clásicos. Azul, negro, gris oscuro y, en menor medida, blanco, siguen dominando el mercado global del denim.
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