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Tony Buzbee, abogado de cientos de víctimas en el caso, anunció que planea presentar demandas contra varias de las celebridades que estuvieron en las fiestas de Diddy. “Voy a dejar que las demandas hablen por sí solas”, comentó en una entrevista con TMZ, agregando que las denuncias no se limitarán a quienes asistieron, sino también a aquellos que ayudaron o encubrieron los abusos que tuvieron lugar.
El caso sacudió la industria del entretenimiento, con muchos nombres importantes bajo la lupa. Además de DiCaprio y Kutcher, otros como Demi Moore, Jennifer Lopez, Will Smith, Mariah Carey, Paris Hilton, Beyoncé y Jay-Z también habrían sido invitados a las exclusivas celebraciones, conocidas como "Fiestas Blancas". Estas reuniones, que inicialmente se veían como un simple despliegue de poder y fama, ahora están siendo vinculadas a graves delitos de abuso y tráfico de personas.
Leonardo DiCaprio era uno de los principales invitados a las fiestas de Diddy. (Foto: X/OliLondonTV)
Leonardo DiCaprio era uno de los principales invitados a las fiestas de Diddy. (Foto: X/OliLondonTV)
Las fiestas, que costaban alrededor de un millón de dólares cada una, según The Hollywood Reporter, se llevaban a cabo principalmente en las mansiones de Diddy en Los Hamptons y Miami. Lo que parecía una fachada para mejorar su imagen pública, terminó revelando un oscuro sistema de explotación, donde las víctimas, tanto hombres como mujeres, eran obligadas a participar en actos sexuales mientras estaban bajo los efectos de drogas.
Durante los allanamientos en la residencia del productor, la policía encontró cientos de videos prohibidos que documentaban los abusos, además de armas de fuego, drogas y objetos utilizados para torturas. Al igual que en el caso del magnate Jeffrey Epstein, Diddy utilizaba estos videos para chantajear a las víctimas y asegurarse de que no denunciaran lo ocurrido.
Sean Combs enfrenta cargos que incluyen tráfico sexual, trabajo forzado, secuestro, soborno y obstrucción de la justicia, con penas que podrían llevarlo a enfrentar hasta cadena perpetua. Mientras tanto, las demandas contra las celebridades involucradas podrían marcar un nuevo capítulo en uno de los casos más oscuros de la industria del entretenimiento.