Un sketch de humor generó repudio en sectores religiosos, quienes señalaron que las imágenes son ofensivas para la fe y la sensibilidad popular.
Siguen los problemas para la señal de streaming que lidera Migue Granados.
La plataforma de streaming Olga se encuentra en el centro de la polémica tras emitir una parodia de un "pesebre viviente" que generó una avalancha de críticas en redes sociales y denuncias por parte de sectores religiosos y sociales.
La representación, que incluía referencias controvertidas a símbolos religiosos y temas como el consumo de drogas, fue señalada como ofensiva por organizaciones católicas y militantes políticos.
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Un militante de La Libertad Avanza presentó una denuncia en la Justicia exigiendo disculpas públicas, mientras que desde Olga argumentaron que se trató de un "sketch de humor" y defendieron la libertad de elección de los espectadores.
Sin embargo, el Equipo de Sacerdotes de Villas, Barrios Populares y Familia Grande Hogar de Cristo emitió un comunicado donde expresaron su repudio a la parodia, calificándola de "totalmente ofensiva".
Bajo el título “La Navidad y la religiosidad popular, un pesebre que hace ruido”, el comunicado difundido por los sacerdotes comenzó reflexionando sobre el significado del pesebre como símbolo de esperanza en los barrios populares. "Nuestras casas se parecen mucho a un pesebre. Queremos expresar nuestro repudio al stream que mostró un Pesebre viviente totalmente ofensivo para muchos vecinos de nuestros barrios", señala el texto, destacando que la religiosidad popular es un pilar fundamental para las comunidades vulnerables.
Además, criticaron una frase incluida en la parodia sobre el consumo de drogas: "También es aberrante cuando en la representación se dice que Jesús ‘fumará churro de por vida’. Algo que puede ser recreativo para otros sectores sociales, puede ser mortal en nuestros barrios populares". Los curas remarcaron que el consumo problemático de drogas es una problemática grave que afecta a las comunidades que representan y pidieron no tratar el tema con liviandad.
En el comunicado, los sacerdotes reconocieron el valor del humor y el arte, pero subrayaron la importancia de no caer en "golpes bajos" que degraden símbolos arraigados en la cultura popular. "La religiosidad sostiene la vida de mucha gente, y no es bueno burlarse de esto. Los cristianos, y los seres humanos en general, no podemos dejar de expresar nuestra discrepancia ante estas situaciones", sostuvieron, recordando que el respeto por las creencias religiosas es clave para la convivencia social.
Finalmente, el texto cerró con un mensaje esperanzador: "Respetando a los que piensan distinto, deseamos que el Niño Jesús nazca en cada corazón, en cada familia y en cada comunidad. Que nos dé fuerza para acompañar la vida de los más débiles".
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