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Espectáculos Iván de Pineda | Bariloche | casa

Así es la lujosa casa de Iván de Pineda en Bariloche: naturaleza y un diseño soñado

Un refugio soñado en Bariloche, donde el diseño, la naturaleza y el confort se combinan en perfecta armonía. Descubrí los detalles de la casa de Iván de Pineda.

Iván de Pineda eligió un refugio exclusivo en Bariloche, donde el diseño, la naturaleza y el confort se fusionan en una propiedad de ensueño. Ubicada en Villa Arelauquen, su mansión es un verdadero santuario de tranquilidad, rodeado de paisajes imponentes y con vistas privilegiadas al Cerro Otto.

Con una arquitectura que combina piedra, madera y vidrio, la residencia está pensada para integrarse perfectamente con el entorno. La elección de materiales naturales y amplios ventanales permite una conexión directa con la majestuosidad de la Patagonia, mientras que los espacios interiores reflejan el estilo sofisticado del conductor.

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El exterior de la casa de Iván de Pineda, rodeada por vegetación.
El exterior de la casa de Iván de Pineda, rodeada por vegetación.

El exterior de la casa de Iván de Pineda, rodeada por vegetación.

Un diseño moderno y armonioso con el paisaje

Desde el exterior, la casa se mimetiza con el entorno gracias a su techo negro a dos aguas y su fachada revestida en piedra, evocando una cabaña contemporánea. La terraza con barandas de vidrio y madera es el lugar ideal para disfrutar del aire puro y la paz del paisaje patagónico.

Al ingresar, el living en desnivel impacta de inmediato. Un gran sillón en tonos neutros en forma de "L" domina el ambiente, diseñado para la comodidad y el descanso. La chimenea negra empotrada en una pared blanca aporta calidez y contrasta con los detalles en madera, creando un espacio acogedor para las noches frías.

La casa de Iván de Pineda esconde uno de sus espacios más íntimos: un sillón individual junto a una salamandra. Desde aquí, una ventana enmarcada en negro se abre a un paisaje majestuoso de bosques y montañas.
La casa de Iván de Pineda esconde uno de sus espacios más íntimos: un sillón individual junto a una salamandra. Desde aquí, una ventana enmarcada en negro se abre a un paisaje majestuoso de bosques y montañas.

La casa de Iván de Pineda esconde uno de sus espacios más íntimos: un sillón individual junto a una salamandra. Desde aquí, una ventana enmarcada en negro se abre a un paisaje majestuoso de bosques y montañas.

Espacios amplios y una decoración equilibrada

La distribución de la casa de Iván de Pineda está pensada para mantener una sensación de amplitud y armonía. El comedor, integrado con la cocina y el living, cuenta con una mesa de madera maciza con patas de hierro negro, rodeada de sillas tapizadas en pana de distintos colores como amarillo pastel, rosa viejo y verde oscuro. Esta combinación agrega un toque audaz sin perder la elegancia del conjunto.

La cocina de concepto abierto se destaca por su minimalismo. Con una isla central de granito oscuro y estantes flotantes iluminados por luces LED, el diseño combina madera y piedra negra para una estética sobria pero sofisticada. Los electrodomésticos de última generación están perfectamente integrados, manteniendo la armonía visual.

Uno de los rincones más íntimos de la casa es un acogedor espacio de lectura, con un sillón individual junto a una salamandra. Una ventana enmarcada en negro ofrece vistas impresionantes de los bosques y montañas, creando el refugio perfecto para la desconexión total.

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En una de las habitaciones principales, el paisaje se roba la mirada de los usuarios (Instagram)
En una de las habitaciones principales, el paisaje se roba la mirada de los usuarios (Instagram)

En una de las habitaciones principales, el paisaje se roba la mirada de los usuarios (Instagram)

Un dormitorio con vistas de ensueño

El dormitorio principal mantiene la línea estética del resto de la casa: tonos neutros, líneas simples y grandes ventanales que permiten despertar con el sol filtrándose entre los árboles. Los colores beige y gris transmiten serenidad, mientras que una alfombra tejida a mano aporta textura y calidez.

Cada detalle de la mansión de Iván de Pineda refleja su personalidad: elegancia sin ostentación, confort sin excesos y un diseño pensado para convivir en armonía con la naturaleza. En lo alto de Bariloche, el conductor encontró su refugio perfecto, alejado del ruido y en total conexión con el paisaje patagónico.