María Fernanda Caglieri y María Fernanda De Arcángelo participaron del Foro Internacional de Profesionales por la Inclusión Educativa que se realizó en San Pablo.
Las docentes expusieron un informe que elaboraron junto a otros profesionales del país y debatieron acerca de los avances, las barreras y los desafíos de la educación inclusiva en el mundo.
Las docentes santafesinas María Fernanda Caglieri y María Fernanda De Arcángelo participaron de la Cumbre de Inclusión del G20 del Foro Internacional de Profesionales por la Inclusión Educativa (IFIP, por sus siglas en inglés) que se realizó en el mes de octubre en San Pablo, Brasil.
Caglieri es profesora del ISPI N°4031 “Fray Francisco de Paula Castañeda” y directora de la Escuela Especial N°1377 “La Salle Jobson”; por su parte, De Arcángelo es coordinadora de la carrera de Educación Especial y Prof. del ISPI N° 9105 “Dra. Sara Faisal” y directora Escuela Especial N° 1429 “Dra. Sara Faisal”. Ambas forman parte de IFIP Argentina y dialogaron con Aire sobre esta experiencia en la que compartieron con colegas de todo el mundo los avances, las barreras y los retos actuales de la educación inclusiva.
“La mayoría de las personas desconoce que la inclusión educativa no es un desafío que se presenta solamente a nivel local. Hay declaraciones y tratados internacionales a partir de los cuales todos los países del mundo, incluída la Argentina, se han comprometido a transformar sus sistemas educativos. Esa es la tarea pendiente y cada lugar tiene sus procesos y lógicas; lo que funciona en otros lados, no siempre se puede replicar acá. Sabemos que en Latinoamérica los tiempos son diferentes y de todo eso pudimos conversar en la cumbre”, explican las profesoras.
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El Foro Internacional de Profesionales por la Inclusión Educativa es una red global que nuclea a más de 135 países y tiene como objetivo promover la educación inclusiva en todo el mundo. Sus miembros en Argentina, coordinados por la Mag. Silvia Bersanelli, trabajaron en una instancia previa a la cumbre en torno a cuatro de los temas que se debatieron en el Palacio de la Legislatura de San Pablo: el rol y la formación de los docentes, escuelas seguras y acogedoras, participación de las familias y la comunidad, y transición después de la escuela.
De esta etapa de investigación, las profesoras explicaron: “Se trató de una instancia de reflexión en la que dimos a conocer las resoluciones del Consejo Federal de Educación de nuestro país y cuestiones particulares, hallazgos y propuestas relacionadas a cada provincia. Nuestro informe recibió un reconocimiento por su rigurosidad. De ese grupo, cinco integrantes fuimos a la cumbre, nosotras y tres de Buenos Aires, La Pampa y Río Negro. En Brasil nos encontramos con representantes de todo el mundo para abordar la inclusión educativa en Latinoamérica y el Caribe. Fue una oportunidad de intercambio que nos permitió compartir experiencias muy enriquecedoras”.
Los cinco puntos abordados en la cumbre surgieron de un trabajo previo realizado por el Foro Mundial de Escuelas Inclusivas (GISF) durante el mes de marzo en París.
El primero de ellos, considerado clave para la inclusión educativa a nivel global, es el que aborda el rol de los docentes, especialmente en lo que tiene que ver con su formación. Al respecto, las profesoras apuntan: “Este es un tema muy sensible. El informe final del foro destaca este punto como una prioridad compartida por todos los países. Se trata de un pilar fundamental para transformar los sistemas educativos”.
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En el marco del foro también se trabajó sobre el eje de escuelas seguras, acogedoras y comunitarias. Se trató de una instancia para repensar las instituciones no sólo en relación con las personas con discapacidad, sino también en su capacidad de ofrecer entornos seguros frente a la violencia, el acoso y el bullying.
“Es imposible pensar la inclusión separada de la convivencia y de la seguridad, esto implica ambientes acogedores en donde todo el mundo pueda estar seguro en todo sentido, físico y emocional. Es fundamental generar condiciones que favorezcan el aprendizaje; debemos atender al contexto que, como sabemos, puede facilitar u obstaculizar estos procesos. En las instituciones está la capacidad de dar respuestas que permitan acoger a todos diversificando propuestas y estilos de enseñanza”, señala De Arcángelo.
El tercer punto de trabajo abordó la participación de las familias y la comunidad en los procesos de inclusión, un debate que evidenció los esfuerzos que aún tienen que hacer muchos padres para transformar un sistema que presenta todo tipo de barreras.
La transición entre la etapa escolar y el mundo del trabajo o los estudios superiores fue otro de los ejes debatidos. Finalmente, se reflexionó sobre la tecnología de asistencia y todas las herramientas que esta puede ofrecer para los educadores.
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“El objetivo de la cumbre fue producir un informe que ayude a todos los países a pensar políticas públicas que tengan en cuenta estas nuevas miradas, entendiendo que la búsqueda de equiparar oportunidades es la base de todo proceso de inclusión”, concluyen las profesoras.
“Nosotras compartimos el desafío de repensar las instituciones y equipos de gestión de nuestra jurisdicción provincial y nacional, y en ese sentido esta experiencia fue sumamente enriquecedora porque nos permitió habilitar nuevas miradas y reflexiones colectivas muy necesarias para lograr la inclusión, repensando la educación inclusiva como una educación para todos”
