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Economía Pymes | Recursos humanos | empresas

La pequeña inversión que puede mejorar el bienestar en el trabajo de las pymes argentinas

Según datos de la Encuesta de Burnout en el Trabajo de Deloitte, al menos el 77% de los trabajadores experimentó algún tipo de burnout en su trabajo actual.

Una mirada clave para las pymes. En su más reciente Informe Mundial sobre salud mental, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó el papel de los lugares de trabajo como espacios que pueden desencadenar enfermedades graves en la población (como estrés, ansiedad o burnout), pero también tienen el gran potencial de actuar como lugares seguros que previenen riesgos psicosociales.

“La pandemia de COVID-19 aceleró la transformación del entorno laboral, destacando la importancia de integrar el bienestar corporativo como un pilar fundamental en las estrategias de gestión empresarial.

Gestionar los recursos humanos, no se trata solo de un tema de calidad de vida, sino de un factor crucial para aumentar la productividad, atraer talento y retenerlo. Sin embargo, pese a que las evidencias sobre su impacto positivo son cada vez más contundentes, muchas empresas continúan enfrentando serias dificultades para implementar programas que promuevan una cultura de bienestar”, indicaron desde Briut Salud, una plataforma que conecta a personas con especialistas en medicina tradicional y terapias alternativas para mejorar su calidad de vida.

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Según una encuesta de Gallup, el bienestar en el lugar de trabajo se convirtió en una prioridad para más del 60% de los empleados al evaluar opciones laborales.

Este dato subraya que, en un contexto donde los millennials y centennials dominan el mercado laboral, las empresas que no adopten este enfoque podrían quedar rezagadas.

Celina Lotito, experta en bienestar con más de 25 años de experiencia en el mundo corporativo, afirmó: “el bienestar es un concepto holístico que integra mente, cuerpo y emociones. Si no estamos plenos, no podemos rendir a nuestro máximo potencial”.

La idea de resistir radica en parte en paradigmas laborales obsoletos, heredados de la época de la revolución industrial, donde el éxito se medía por horas trabajadas, no por la calidad del desempeño.

Hoy, el ‘cómo’ hacemos las cosas es tan importante como los resultados mismos ”, enfatizó. Este cambio de paradigma requiere una cultura organizacional transformadora, que debe impulsarse desde los niveles jerárquicos más altos hacia abajo.

Lo cierto es que muchas empresas no contemplan partidas específicas para bienestar en sus presupuestos de recursos humanos. Sin embargo, un informe de McKinsey destaca que cada dólar invertido en bienestar genera un retorno de cuatro dólares, evidenciando que es una inversión rentable.

Pero además, el cambio de mindset es el punto de partida para poder abandonar definitivamente paradigmas anticuados que se basan en la creencia errónea de que desconectar brevemente de las tareas disminuye la productividad, cuando en realidad, permitir pausas mejora significativamente la concentración y el rendimiento.

Acciones sencillas para que las pymes puedan sembrar la semilla del bienestar

Empleo talento pyme
Al menos el 77% de los trabajadores experimentó algún tipo de burnout en su trabajo.

Al menos el 77% de los trabajadores experimentó algún tipo de burnout en su trabajo.

Para superar estos desafíos, la especialista propone diversas acciones que no requieren grandes inversiones como:

Pausas activas: Programar recordatorios para levantarse, caminar o realizar breves ejercicios en el lugar de trabajo y de esa manera reducir el sedentarismo y aumentar la energía.

Espacios de desconexión: Facilitar lugares tranquilos donde los empleados puedan realizar meditaciones breves, respiraciones profundas o incluso practicar NSDR (No Sleep Deep Rest), una técnica que mejora las capacidades cognitivas y la memoria en pocos minutos.

Opciones de alimentación saludable: sustituir snacks procesados por frutas o colaciones nutritivas durante reuniones o en áreas comunes, promoviendo así una dieta que favorezca la atención y el bienestar general.

Acceso a plataformas tecnológicas: utilizar herramientas digitales para ofrecer teleconsultas en disciplinas como yoga, mindfulness o coaching personal. Estas soluciones tecnológicas, accesibles y de bajo costo, permiten implementar programas de bienestar en forma escalable y personalizada.

Celina Lotito también destacó que crear una cultura de bienestar debe partir de los líderes. “Si los jefes no habilitan a los empleados a participar, ningún programa tendrá impacto”, aseguró. Esto implica generar un ambiente de seguridad psicológica donde cada colaborador sienta que su voz es escuchada y valorada, y donde exista un balance entre productividad y descanso.

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Los líderes como modelos a seguir

El cambio hacia una cultura de bienestar comienza desde la cima. "Los líderes deben ser conscientes ellos mismos y comenzar a cuidarse para habilitar a su equipo a hacer lo mismo", destacó la especialista. Esto incluye acciones simples, como tomarse un momento para caminar en un parque o realizar pausas activas. "Si ellos lo hacen, sus colaboradores sentirán que también pueden hacerlo", añadió, subrayando que las acciones hablan más que las palabras.

Invertir en el bienestar de los equipos no solo genera resultados inmediatos, sino que establece las bases para un éxito sostenible. Si un equipo no se siente pleno, nutrido y en armonía puede alcanzar objetivos en el presente, pero difícilmente mantendrá ese nivel en el mediano y largo plazo. La apuesta por el bienestar no es solo para hoy, sino para garantizar el compromiso y la productividad del equipo en el futuro.

El bienestar corporativo no es un lujo ni una moda pasajera; es una necesidad imperativa para las organizaciones que aspiran a ser competitivas en el mercado actual. Invertir en el bienestar de los colaboradores no solo mejora su calidad de vida, sino que también impulsa el éxito empresarial. Como concluyó Lotito, “Cuando las personas están bien, las empresas también lo están”.