El Tribunal de Disciplina de la Asociación de Clubes de Básquetbol (AdC) emitió su fallo respecto al partido que debía disputarse el pasado 27 de enero entre Náutico Sportivo Avellaneda y El Talar por la fase regular de La Liga Femenina 2025. El encuentro no se llevó a cabo luego de que las jugadoras de El Talar denunciaran haber sido grabadas en los vestuarios del club rosarino.
Los hechos
Las jugadoras de El Talar detectaron un teléfono móvil asomando por encima de la pared que separa los vestuarios femenino y masculino, grabándolas mientras se duchaban. Tras el hallazgo, alertaron a los directivos de su equipo, quienes notificaron a las autoridades de Náutico Sportivo Avellaneda. Gracias a las cámaras de seguridad del club, se identificó al presunto responsable, quien sería un menor de edad.
La denuncia, según informó El Talar, fue radicada ante la Fiscalía de Género, aunque el Tribunal de Disciplina destacó que no se presentó documentación que respalde la acción judicial. En este contexto, y debido al impacto emocional del episodio, el equipo decidió no presentarse al partido sin realizar una solicitud formal de reprogramación ante la AdC.
El fallo del Tribunal de Disciplina
Tras analizar los informes de los comisionados técnicos, árbitros y representantes de los clubes, el Tribunal de Disciplina determinó lo siguiente:
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Multa de $1.000.000 al Club El Talar por no presentación al partido.
Multas adicionales al mánager Maximiliano Stanic y a la capitana Belén Rocío Cejas por incumplimiento del Código de Penas. No obstante, la pena de la jugadora Cejas fue conmutada por mayoría del Tribunal.
El Club El Talar deberá asumir los costos del partido reprogramado y enviar a sus representantes y mánager a un curso sobre gestión del sistema GES y reglas del torneo.
Multa al Club Náutico Avellaneda por falta de cooperación con la investigación.
Reprogramación del partido en un estadio neutral en Rosario y sin público antes del 11 de marzo de 2025.
El Tribunal fundamentó su decisión en la necesidad de que los partidos se definan en la cancha y no por cuestiones administrativas. También enfatizó su condena a cualquier hecho que vulnere la seguridad y la integridad de las jugadoras, aunque recalcó la importancia de seguir los procedimientos oficiales para solicitar la suspensión de encuentros.
El fallo ha generado diversas reacciones en el ámbito del básquet femenino y en la comunidad deportiva, ya que pone el foco tanto en la protección de las jugadoras como en la rigurosidad en el cumplimiento de las normativas de competencia.