Su cuadro clínico se agravó progresivamente, tras haber ingresado inicialmente por una fractura de cadera. La situación se complicó con una infección intrahospitalaria y un severo cuadro de insuficiencia cardíaca y renal, que finalmente deterioraron por completo su estado general.
La noticia conmueve a todo el país, no solo por la figura emblemática que representa el “Loco” Gatti, sino también por el impacto emocional que genera su situación. Referentes del fútbol y miles de fanáticos han comenzado a enviar mensajes de apoyo y fuerza a sus allegados.
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Su hijo Lucas Gatti, también exjugador, había comentado días atrás que el proceso era muy lento y requería de paciencia. “Todo lo que no sea empeorar es mejora. Es un proceso lento y sabemos que necesitamos paciencia”, había expresado con esperanza, aunque ya se intuía la gravedad del cuadro.
Gatti ya había tenido un importante susto de salud en 2020, cuando fue diagnosticado con una neumonía bilateral durante su residencia en Madrid, donde participaba activamente como panelista en el programa deportivo “El Chiringuito”. En aquella ocasión logró recuperarse, pero esta vez, la situación parece no ofrecer salida.
Figura inconfundible del fútbol argentino, con una carrera que marcó época por su estilo atrevido, su personalidad y sus inolvidables actuaciones bajo los tres palos, Hugo Gatti deja una huella imborrable.
Su paso por Unión y la histórica transferencia a Boca
Antes de convertirse en ídolo de Boca Juniors, Hugo Orlando Gatti tuvo un paso inolvidable por Unión de Santa Fe, donde jugó durante 1975 bajo las órdenes del legendario Juan Carlos “Toto” Lorenzo. Su llegada al Tatengue se dio luego de destacarse en clubes como Atlanta, River y Gimnasia. En Unión disputó 45 partidos entre el Torneo Metropolitano y el Nacional, siendo parte fundamental de un equipo que empezó a construir los cimientos de una década gloriosa para la institución santafesina.
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El Loco Gatti en su paso por Unión de Santa Fe.
Su excelente nivel en el arco rojiblanco llamó rápidamente la atención de los grandes del fútbol argentino. Cuando Lorenzo asumió en Boca Juniors, solicitó expresamente la incorporación de Gatti, convencido de que era el arquero ideal para su proyecto. Así, el 5 de enero de 1976, Boca concretó una de las transferencias más resonantes de la época: pagó 600 mil pesos por su pase, una cifra exorbitante para un futbolista que ya tenía 31 años y 13 temporadas en Primera.
La negociación fue encabezada por Alberto J. Armando, presidente de Boca, y Super Manuel Corral, por parte de Unión. El acuerdo también incluyó los traspasos de Rubén Suñé y Ernesto Mastrángelo, en un combo que marcaría una era dorada para el Xeneize.
En Boca, Gatti jugó hasta los 44 años, disputó 548 partidos y ganó seis títulos: el Metropolitano y Nacional de 1976, el Metropolitano 1981, las Copas Libertadores de 1977 y 1978 y la Copa Intercontinental de 1977. Además, ostenta el récord de ser el jugador con más partidos en la historia del profesionalismo argentino (765) y, junto a Ubaldo Fillol, comparte la marca de mayor cantidad de penales atajados (26).
El paso de Gatti por Unión fue breve, pero determinante en su carrera. Fue el trampolín que lo catapultó a Boca y lo consolidó como una leyenda del fútbol sudamericano.