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AIRE Agro ganadería | carne | precios

Todo para arriba en la ganadería: subas en la invernada y el gordo incentivan a producir más kilos de carne

El mercado muestra una fuerte recuperación, con un crecimiento en los valores de la hacienda. La ecuación de los productores haría posible incrementar la producción, debido a las mejores condiciones económicas y perspectivas para el sector.

La semana pasada se volvieron a afirmar los precios en la ganadería argentina. En varios remates el valor de los terneros de cría alcanzó a $4.000, aunque se puede hablar de valores corrientes y promedios de 3.600 a $3.800 por kilos vivo para los machos de 180 kilos. También mejoró, pero menos, el precio de las terneras, que rondan los $3.300 a $3.500. Y además aumentó el valor de los vientres. Las vaquillonas preñadas se negocian entre $1,1 a $1,2 millón, pero hubo negocios a más de 1.5 millón por cabeza.

Sin dudas las lluvias de las últimas semanas y las perspectivas para lo que viene están alentando la compra de parte de los recriadores. El cambio en la tendencia climática justifica la inversión en pasturas y verdeos y alienta el agregado de valor en los campos con pastos naturales.

Los criadores están vendiendo muy bien el ternero y tienen rentabilidad. Eso les permite salir a hacer inversiones en infraestructura y en el rodeo. Ahí es donde se refleja siempre la realidad del sector.

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Relación de precios en la cadena de la carne: factores clave para la ganadería

Los números no mienten. Los precios del ganado aumentan de la mano de la estabilidad macroeconómica que permite a las empresas hacer proyecciones y de los buenos precios de la hacienda.

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Los feedlot tienen una renta positiva de $80.000 antes de impuestos y costo financiero.

Los feedlot tienen una renta positiva de $80.000 antes de impuestos y costo financiero.

Según analistas consultados, en la recría el kilo ganado tiene un costo de $1.300. La disponibilidad de pasto y la buena relación de costos para producir carne en esos establecimientos -que luego mandan la hacienda a los corrales para sacar animales de no menos de 380/400 kilos- favorece la demanda de esos productores.

En el engorde a corral los números también son positivos. Eso quedó reflejado en el Informe de la Cámara de Feedlot de este mes, que señaló una renta positiva de $80.000 antes de impuestos y costo financiero. Desde este sector piden hacienda, aunque convalidan precios menores a los que pueden pagar los recriadores.

En estos casos, como se requiere de 10 kilos de maíz para hacer uno de carne, el costo ronda los $230.000, pero luego venden el ganado a $3.500/3.600. Ahí está la rentabilidad, en el agregado de kilos. También tienen a favor que, hasta la semana pasada, el diferencial de compra-venta les daba casi un empate.

En las condiciones actuales de la recría y con los números que maneja el engorde a corral está todo dado para que este año haya un salto en el agregado de kilos de la hacienda que terminará luego en la faena y eso compense la menor oferta esperada por analistas y frigoríficos.

Ganadería en crecimiento: cómo los precios estimulan al sector

A inicios de año se suponía que la oferta iba a caer en casi un millón de cabezas. Pero los datos de la faena de enero y febrero indican que la baja por ahora es mínima, de sólo 2%. Para los frigoríficos es una buena noticia ya que su negocio está en el volumen, en licuar los costos fijos faenando más y produciendo más kilos.

Hasta ahora, la faena bajó poco y en la segunda parte del año debería aparecer ganado más pesado.

Tal como se están dando las cosas, está todo dado para el agregado de kilos, pero también para la recomposición del rodeo ganadero, que se viene reduciendo sin pausa en los últimos años.

Para que crezca el stock se requiere de estabilidad macroeconómica, que no haya intervenciones en el negocio cárnico y rentabilidad. Todo esto se está dando.

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Respecto de la renta la analista del Rosgan, María Julian Aissa, destacó: “Esta comparativa permite observar que, en el caso de la cría -tomando como referencia los márgenes calculados para una superficie de 450 hectáreas en la Cuenca del Salado (BA), con una carga de 260 vacas y un porcentaje de destete del 72%-, los resultados son comparativamente buenos. En febrero, el margen bruto de la actividad arrojaba $186.981 por hectárea, lo que equivale a un 6% por encima del promedio de la serie y un 12% superior al MB resultante un año atrás”.

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En febrero, el margen bruto de la cría arrojaba $186.981 por hectárea, lo que equivale a un 6% por encima del promedio

En febrero, el margen bruto de la cría arrojaba $186.981 por hectárea, lo que equivale a un 6% por encima del promedio

Consumo de carne en alza: cómo afecta la demanda interna a la ganadería

Para que la cadena ganadera tenga rentabilidad es clave que no se pisen las exportaciones, pero sobre todo que responda el consumo a donde se destina la mayor parte de la producción.

El año pasado las exportaciones se llevaron el 30% de la oferta de carne, este año su participación en el negocio se redujo a 25% según los datos de la Secretaría de Agricultura.

Las exportaciones cayeron cerca de 30% en el primer bimestre, pero la producción bajó sólo 2%. Es decir que un saldo que ronda las 30.000 toneladas terminó en el mercado local, que las absorbió sin complicaciones.

El consumo interno está superando levemente los 50 kilos, cuando había caído a 47, pero además está pagando precios promedios en los grandes centros urbanos del país de $11.000 por kilo, computando todos los cortes de la res. Así lo indicó un informe del IPCVA. Son precios hasta 75% mayores a los que había un año atrás.

Crece la oferta, hay más carne para el consumo interno, y -a pesar de ello- la demanda soporta subas de precios. En consecuencia, hay buenos valores para el ganado que va a la faena y para la cría. Esto habla de un muy buen momento de la cadena ganadera.

El único punto flojo es la exportación que está teniendo recomposiciones en los precios que paga China, pero más luces amarillas que verdes por la falta de competitividad cambiaria, presión fiscal y altos costos internos en dólares.