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AIRE Agro carne | mercado porcino | Entre Ríos

Carne porcina: el consumo doméstico, un estímulo para aumentar la producción

El cerdo se afianza como la tercera carne más elegida. Los productores entrerrianos esperan que al año 2030 se consuman entre 23 a 25 kilos per cápita. La mirada de Sebastián Bouzada, productor, empresario y dirigente de la Cámara de productores porcinos de la provincia.

El consumo de carne porcina en Argentina llegó a un promedio de 18 kilos por habitante y por año. Se ubica así como la tercera más elegida, detrás de la carne vacuna y la aviar. Entre Ríos es la cuarta provincia en importancia como productora nacional.

Entre Ríos y la carne porcina: claves de un mercado en evolución

Este crecimiento regional y afianzamiento se puede cuantificar, observando que hacia el año 2008 las existencias eran de unas 8 mil madres y en la actualidad esa cifra creció hasta unas 30 mil. Se faenan unos 800 mil capones anuales.

La producción porcina primaria se da de la mano de la integración con granos, especialmente maíz y expeller de soja, que son la base de la alimentación. En esta región, las granjas de cerdo están integradas en la mayoría de los casos con producción aviar.

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“El productor tiene que ser cada vez más eficiente”, dijo a AIRE Agro, Sebastián Bouzada, productor y empresario, en segunda generación familiar, en porcinos. Es el encargado del proyecto asociativo Pondesur que genera carne fresca trozada y chacinados en el centro de la provincia de Entre Ríos y presidente de la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos.

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“Para completar los objetivos, nos falta afianzar al sector exportador", dijeron desde la cámara de productores entrerrianos.

“Para completar los objetivos, nos falta afianzar al sector exportador", dijeron desde la cámara de productores entrerrianos.

El consumo de carne en Entre Ríos: tendencias que marcan el mercado porcino

En referencia al crecimiento de los valores de consumo regional y nacional, para Bouzada, se incrementaron en un 5 por ciento promedio respecto del mismo mes del año pasado.

Esta suba pone la mira en la producción primaria regional, en el crecimiento de kilos generados localmente y en la mayor oferta en los mercados. “Hace 15 años nada más, en Entre Ríos, de la totalidad de capones en pie que se producían en las granjas, se iban fuera un 80 por ciento, con destino a Santa Fe o Córdoba principalmente. Hoy, ese número es del 60 por ciento, esto demuestra que ahora se faenan localmente generando carne fresca y embutidos”, explicó Bouzada.

“El consumo es uno de los indicadores que más hay que mirar. Eso indica no sólo que el sector viene creciendo, sino que además, satisface una demanda que evidentemente año a año se incrementa”, explicó el empresario.

Bouzada señaló que trabajan en un plan estratégico pensado hacia el 2030. “Para completar los objetivos, nos falta afianzar al sector exportador. Aspiramos a que al menos entre el 12 al 15 por ciento de lo producido se pueda destinar al exterior”, refirió.

Consumo interno vs. exportaciones: el dilema del sector porcino

Bouzada es el encargado de una empresa que en el año 2010 comenzó con su proyecto de producción porcina con la intención de convertir proteína vegetal en proteína animal. Actualmente cuenta con 1000 madres en producción. La firma se integró a las cooperativas de Aranguren y a la cooperativa Agrícola General San Martín y conformaron la Granja Reynafe, bajo un modelo que trabaja con una unidad productora de lechones y 10 productores asociados que realizan el engorde.

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Principales indicadores del sector, provistos por la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Nación.

Principales indicadores del sector, provistos por la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Nación.

“De esta manera nos consolidamos como un grupo de productores, dando forma a un complejo productivo, que concentra sus actividades desde la producción agrícola hasta llegar con productos con marca propia al consumidor”, explicó.

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“Este 2025, tenemos un inicio de año para el sector porcino, que podemos calificar como tranquilo. Por ejemplo, el precio del capón, que es referencia, prácticamente no se movió desde Enero”, dijo el empresario. El valor promedio se ubica, según cifras oficiales, entre 1500 y 200 pesos el kilo en pie, en la Región Centro.

Para Bouzada, los costos de los insumos son la principal condicionante. “Los números se achican y debemos buscar crecer en productividad. Producimos 800 capones por semana”, refirió. Se trata de una granja productora de lechones, en un establecimiento de ciclo completo.

El empresario porcino dijo que la producción de la granja donde se desempeña tiene como destino al mercado doméstico. Un 60 por ciento es industrializado en el frigorífico propio. Producen carne trozada y chacinados que se comercializan regionalmente en Entre Ríos, Misiones, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. El 40 por ciento restante, es vendido como capón en pie.

Exportaciones de carne porcina: oportunidades para Entre Ríos

Sebastián Bouzada explica que es una actividad intensiva que genera ingresos con frecuencias cortas, semanales por ejemplo. Aseguró que para el productor se trata de una fortaleza de la producción porcina comparada con otras que se dan en la región como la agricultura o la ganadería vacuna que tienen ciclos más largos. “Esto ayuda a las empresas porque permite contar con recursos y administrarlos más eficientemente”, refirió.

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Indicó que el valor agregado en origen es clave para el crecimiento empresario. “Con la dinámica de conversión que se trabaja hoy en promedio en las granjas de la zona, se puede lograr el objetivo de transformar la producción primaria. Obviamente eso requiere inversión y plazos de retorno que se han alargado en los últimos años”, detalló el empresario agropecuario.

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Al desafío de la inversión Bouzada le suma a los requerimientos de infraestructura para lograr el objetivo de producir con valor agregado en origen. “Caminos y energía son siempre un problema en Entre Ríos. La porcina por ser intensiva requiere ingresar y salir del campo a diario, para eso los caminos vecinales son clave”, agregó.

Asimismo, Bouzada enfatizó en la carga tributaria existente como un elemento de presión constante para el productor porcino. “Hoy, con estos niveles de impuestos, la ecuación no cierra”, refirió.

Dentro de los desafíos como sector, Bouzada indicó que la exportación es un asunto pendiente y que requiere un impulso mayor al que tienen actualmente. “Tiene que buscar consolidad un porcentaje importante de venta al exterior. Lo que ocurre básicamente es que Argentina es cara en comparación con otros países. Esperamos que en un futuro cercano se logren incrementar las exportaciones porque la producción primaria y la que lleva industrialización, son excelentes”, concluyó.