El fiscal federal Carlos Schaefer sostuvo que los imputados cometieron un error clave al intentar plantar pruebas para encubrir el crimen: el intento de colocar un botín del niño en el barro para simular un extravío.
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Según Schaefer, las pruebas odoríficas en los vehículos de los imputados, Carlos Pérez y María Victoria Caillava, son determinantes para probar que ellos fueron quienes se llevaron a Loan.
Además, destacó que, junto con otros implicados como Bernardino Benítez, Daniel Ramírez y Mónica Millapi, retuvieron al menor de manera ilegal, ocultándolo de su padre.
El fiscal comparó el caso con el de Margarita Belén, donde se intentó ocultar la desaparición de las víctimas. Según Schaefer, Loan fue sustraído de forma coordinada por los imputados, quienes trataron de montar un relato falso sobre su desaparición en una zona de pastizales. “Las pruebas demuestran que Loan no se perdió ni fue víctima de un accidente. Fue sustraído y ocultado por los acusados”, dijo el fiscal.
Un papel hallado en la basura de María Victoria Caillava podría ser clave en la desaparición de Loan Peña.
Carlos Pérez y María Victoria Caillava
Schaefer pidió que los imputados mantengan la prisión preventiva, ya que el delito sigue siendo continuado y permanente.
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También alertó que los acusados podrían entorpecer la investigación si quedaran en libertad. Además, mencionó la participación del comisario Walter Maciel, quien, según el fiscal, obstruyó la investigación al no tomar las medidas necesarias.
Los rastros encontrados en los vehículos de Pérez y Caillava, junto a las investigaciones que demostraron que Loan no salió por sus propios medios del paraje, refuerzan la hipótesis de sustracción, que podría derivar en penas de 5 a 15 años de prisión para los responsables.