Sarsotti, el santafesino que conoce hace más de 50 años al Papa, accedió a una entrevista con Aire Digital para ayudar a comprender mejor el pensamiento del líder de los católicos. Fue él quien colaboró con la primera misa que Jorge Bergoglio dio en 1969 en la Basílica de San José de Flores. “Él se ordenó el 13 de diciembre de 1969 y el 14 de diciembre le ayudé en su primera misa”, contó.
Siempre tuvieron una buena relación. Incluso, cuando no era muy común que los estudiantes del Colegio Máximo visitaran a sus familiares, Bergoglio le pedía a Sarsotti que le hiciera de ‘chofer’ cuando tenía que viajar a Santa Fe, para que el ahora párroco pudiera ver a sus familiares. Bergoglio conocía la provincia ya que, en los años 1964 y 1965, continuó su formación jesuítica como maestrillo y fue profesor de lengua y literatura en el Colegio Inmaculada.
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El sacerdote santafesino contó que fue Bergoglio quien le dijo que vuelva a Santa Fe, en donde estaba su madre. “En ese momento, Bergoglio era el Provincial (el superior de los religiosos de una provincia). Estuvo como Provincial unos años y después como rector del Colegio Máximo, mientras yo estudiaba”, dijo el sacerdote.
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La primera misa de Jorge Bergoglio fue en el año 1969, en la Basílica de San José de Flores.
Cuando Bergoglio fue elegido Papa
Jorge Bergoglio había cumplido 75 años en el 2012, un año antes de ser elegido como Obispo de Roma. El Papa Benedicto XVI le había pedido que continúe en su cargo como cardenal en Buenos Aires. No era extraño, ya que siempre a los cardenales y a los obispos de algunas diócesis importantes les piden que sigan en sus puestos un tiempo más. A Bergoglio le habían pedido que continúe por dos años más. A la vez, se decía que en el cónclave anterior él había sacado varios votos.
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"Recen por mí", fue la frase célebre de Francisco cuando salió por primera vez al balcón de la Plaza San Pedro, el 13 de marzo del 2013.
“Yo quería que saliera Bergoglio porque lo conocía y sabía que podía llevar adelante ese Ministerio. Aparte, me parecía que estaba con todas las luces. Y así fue”, sostuvo Sarsotti. Y reconoció que lloró cuando anunciaron que Bergoglio era el nuevo Papa. Se enteró mientras estaba almorzando con un sacerdote que en ese entonces era vicario en la Basílica Nuestra Señora del Carmen. “Cuando lo anunciaron, nos prendimos de la campana inmediatamente”, dijo. Fueron muchísimas las campanas de las iglesias, al menos en Argentina, que sonaron en ese momento.
La renuncia de Benedicto veía venirse
El último Papa Emérito fue el Papa San Celestino V, poco antes del año 1300. Desde entonces, en la Iglesia Católica no había habido un caso igual. ¿Qué ocurrió con Benedicto XVI?
Poco después del terremoto del 2009, que sacudió la ciudad italiana de L'Aquila, el Papa Benedicto XVI viajó a ese lugar y visitó la bóveda de San Celestino V, ubicada en la basílica de Santa María de Collemaggio, que había sufrido algunos daños.
“Benedicto fue y ahí estaba la tumba de Celestino. Le dejó su palio. Me acuerdo que lo llamé por teléfono a Bergoglio y le dije: ‘Esto es un signo’. Y él me respondió: ‘Parece que sí’. Al tiempo se hizo realidad la renuncia de Benedicto porque estaba muy grande, se sentía sin fuerzas”, contó el sacerdote.
El Papa Benedicto XVI.
El Papa Benedicto XVI tenía pensado renunciar unos tres años antes, pero postergó su decisión por algunos problemas que se presentaron en la Iglesia. No estaba bien de salud.
En los fieles había preocupación, aunque, por otro lado, parecía normal para quienes estaban al pendiente de la salud de Joseph Ratzinger. “Benedicto había tenido un viaje a Estados Unidos y ahí se había caído. Se desmayó. Fue ahí cuando tomó la decisión. Luego hubo algunos problemas y, para que no pareciera que era consecuencia de eso, se postergó. Pero él ya tenía la decisión de renunciar desde julio del 2012”, reveló Sarsotti.
Benedicto había sufrido ya un Accidente Cerebro Vascular (ACV) y un pre infarto. “Recuerdo que la noticia fue un shock, porque era algo inédito. Pero, por otro lado, fue comprensible”, dijo.
El reencuentro con Bergoglio como Papa
Sarsotti y Bergoglio se vieron en algunas oportunidades cuando el ahora Papa era arzobispo. “Me ayudó mucho en mi Ministerio acá. Siempre charlábamos por teléfono, al menos una vez al mes. Le mandaba un fax y él me llamaba cuando podía”, contó.
“Cuando asumió, le mandé saludos con Monseñor José María Arancedo, y Francisco me mandó un email diciéndome que lo visite cuando esté en Roma”, dijo Sarsotti. Así fue como en el 2014, celebraron juntos una misa en Santa Marta y luego, su amigo, el Papa, lo invitó a desayunar. La charla que tuvieron duró unos 45 minutos.
El Papa Francisco celebrando misa en Santa Marta.
El Papa Francisco celebrando misa en Santa Marta.
“Fue en el comedor de Santa Marta, que es una especie de hotel. En la mesa estaba el Papa frente a mí y había un sacerdote más de acá, y el secretario de ese momento de Francisco. Estaban además los custodios al costado. Con Francisco hablamos como siempre, con el cariño de siempre. Se acordaba de mi papá, de sus chistes. Había hecho buena relación con mi padre”, contó el santafesino.
La popularidad de Francisco, el ‘líder del mundo’
Después del legado de Juan Pablo II era difícil imaginar que a la Iglesia Católica llegara en tan poco tiempo un Papa tan carismático. “En este último viaje a Irak, a Francisco lo muestran como lo que es, el líder del mundo”, consideró Sarsotti.
“Este viaje a Irak te deja perplejo. Estuve leyendo medios de comunicación extranjeros, como The Guardian o The Jerusalem Post, y a la derecha, arriba, en lo más importante, decían: ‘El mundo está mirando a Francisco’”, dijo y destacó la valentía del Papa de viajar a Irak, pese a que días antes había sucedido un atentado. “Francisco no se bajó del avión. Dijo: ‘Tengo que ir porque la gente que sufre me está esperando’”, sostuvo el párroco del Carmen.
El Papa Francisco con el Gran Ayatolá Ali al-Sistani.
El Papa Francisco con el Gran Ayatolá Ali al-Sistani, el líder chiita laico, durante su viaje a Irak, a principios de marzo del 2021.
Además, destacó el encuentro de Francisco con el Gran Ayatolá Ali al-Sistani, el líder chiita laico. “A diferencia del de Irán, el Ayatolá de Irán es más dialoguista y entiende que el Estado es laico. Hicieron una declaración de paz con Francisco”, dijo.
¿Será Francisco el siguiente Papa Emérito?
Sarsotti, que conoce al Papa, sostiene que Francisco terminará su papado. “Por la manera de ser de Francisco, no creo que renuncie. No veo el proceso de Benedicto en Bergoglio. Primero, porque no hay dos seres humanos iguales y, segundo, por la manera de ser de Bergoglio. Bergoglio tiene un espíritu combativo. Va a pelear hasta la última gota de aire”, contó el santafesino.
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Quienes conocen a Francisco no creen que renuncie, creen que terminará su vida como Papa.
Como se especuló en algún momento que Francisco se jubilaba y venía a vivir a Buenos Aires, aclaró que va a quedarse en Roma. Pero “siempre fue un hombre libre, soberanamente libre. No tiene ataduras afectivas o, si las tiene, las niega”.
El Papa Francisco se concibe como “un hombre de Gobierno”. Tiene un carisma de gobernante. “En mi opinión, no creo que renuncie, salvo que tenga una imposibilidad física, lo que sería una decisión muy inteligente, como es Francisco”, finalizó diciendo el sacerdote.