“El Obispo de Roma ha vuelto a la Casa del Padre”. Así lo anunció el cardenal Kevin Farrel desde la Capilla de la Casa de Santa Marta, donde reposaba Jorge Bergoglio y donde llevaba adelante el tratamiento que lo mantenía a salvo de la crisis de neumonía bilateral. Más tarde, el informe de defunción publicado por la Oficina de la Santa Sede detallaba que la muerte se produjo debido a un “derrame cerebral” y un “colapso cardiovascular irreversible”.
Así, los antecedentes de insuficiencia respiratoria ocurridos en los últimos meses finalmente llevaron a Jorge Bergoglio al descanso eterno. Su última aparición en público dejó ver un Papa Francisco que, con mucho esfuerzo, dijo unas palabras durante la Misa de Pascuas y realizó la bendición Urbi et Orbi desde la silla de ruedas que lo acompañó en los últimos meses de vida. Horas más tarde, Francisco pasaría a la eternidad y a la historia del cristianismo y del mundo.
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Los fieles en la Plaza San Pedro, conmovidos por la muerte del Papa Francisco.
La mañana transcurrió silenciosa después del anuncio del Vaticano. Las campanadas volvieron a escucharse en la Plaza San Pedro cerca del mediodía, recordando el duelo que envolvía y envolverá a la Santa Sede durante las próximas semanas. Entre los pilares blancos que rodean la Basílica, comenzaron a asomarse los curiosos que querían estar presentes en un día trascendental para la ciudad vaticana. Turistas, congregaciones católicas, grupos de jóvenes y personas de todo el mundo comenzaron a recorrer la explanada blanca, dejando una oración o simplemente un pensamiento respetuoso para el Papa argentino.
Mientras los saludos y las condolencias de los principales actores políticos de Italia y líderes del mundo se viralizaban en redes sociales, las pantallas gigantes ubicadas en las afueras de la Basílica invitaron a rezar el Santo Rosario al atardecer en homenaje al Sumo Pontífice que pedía “recen por mí” cada domingo después de la Santa Misa. Entonces, durante el “tramonto” italiano, la ciudad huérfana se colmó de gente que esperaba el inicio del rezo masivo dirigido por el cardenal italiano Mauro Gambetti.
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Los fieles en la Plaza San Pedro, conmovidos por la muerte del Papa Francisco.
“Queremos acompañarlo en su Pascua”, dijo el vicario, en referencia al paso a la eternidad de Francisco y la celebración de la resurrección de Jesús que había encabezado horas antes el propio Pontífice. Y los seguidores del primer Papa jesuita no lo desilusionaron. Así como lo hicieron en las afueras del Policlínico Gemelli, un mes atrás, los fieles del Papa del fin del mundo hicieron sentir sus oraciones a lo largo de la columnata de travertino romano.
El primer Papa argentino y latinoamericano de la historia tendrá su funeral en los próximos días, siguiendo el protocolo del Vaticano y la voluntad del propio Jorge Bergoglio, que dejó en claro no querer descansar en la Basílica San Pedro, como el resto de los máximos sacerdotes.
Es que en su testamento escrito en 2022 el Papa pidió descansar en la Basílica de Santa Maria Maggiore, en el centro de Roma, revolucionando y desafiando, otra vez, las tradiciones papales y de la institución católica.
* Desde Roma, especial para AIRE