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El jurado tenía tres opciones para deliberar: declarar al acusado culpable de homicidio calificado (con unanimidad), de homicidio con exceso en la legítima defensa (10 de 12 votos) o considerarlo como legítima defensa (4 votos). La decisión final se inclinó por la segunda opción.
Domingo Verna, un militar retirado, fue acusado de disparar en defensa propia tras recibir una brutal golpiza por parte de su nieto. Durante el juicio, el propio Verna se quebró al recordar lo sucedido: “Daría mi vida para que volviera”, afirmó ante los presentes. También explicó que habló para proteger a su esposa, Marta, y evitar que ella corriera peligro.
“Este es el relato de una familia disfuncional donde los abuelos tuvieron que asumir roles de padres. Domingo nunca buscó este desenlace, pero su vida estaba en riesgo”, expresó Juan González, abogado defensor del abuelo.
El conflicto entre Brian y su abuelo escaló tras años de problemas psiquiátricos del joven, según se expuso en el juicio. El nieto agredió violentamente a Domingo, propinándole 13 golpes en la cabeza, lo que provocó que el abuelo reaccionara disparando un revólver calibre 32.
Las cámaras de seguridad registraron los momentos previos al crimen
Las imágenes de las cámaras de seguridad fueron fundamentales para reconstruir los hechos. En una primera secuencia, se ve a Domingo Verna llegar en bicicleta y ser interceptado por su nieto, quien lo golpea con un palo , mientras su novia intenta detener la agresión.
Más tarde, Brian aparece nuevamente en la casa del abuelo y comienza a patear la puerta violentamente. Cuando Verna abre, dispara sin salir del umbral. Los disparos impactaron en el estómago, pecho, cuello, mejilla y hombro del joven, quien cayó muerto en el lugar.
El juicio se reanudará la próxima semana, donde las partes presentarán sus pedidos de pena. El juez Hugo De Rosa será el encargado de fijar la condena, aunque se evaluará la posibilidad de que Verna cumpla una sentencia en libertad o bajo arresto domiciliario.
